Las pequeñas primas Agatha Morales (9), Shamel Alghela Morales (8), y Pauline Keziah Morales (6), jugaban en la provincia de Bataan, Filipinas, el 13 de mayo.
El padre de Agatha, Jessie Morales, de 31 años, trabajador de una refinería de petróleo, regresó a su casa del trabajo a las 4 pm y estacionó el auto verde afuera de su casa.
Pero después de entrar a comer, se cree que los jóvenes abrieron una puerta y se metieron a jugar, antes de que se cerrara detrás de ellos y no pudieran salir nuevamente. Una amiga de las niñas las notó cuatro horas después, alrededor de las 8 pm. Las tres estaban sin vida dentro del vehículo.
Ella corrió para decirles a los dos padres que estaban en casa a unos metros de distancia. Jessie salió corriendo y encontró a las tres niñas dentro del vehículo, pero ya estaban muertas.
Jessie dijo: "No pudieron respirar debido al calor interior".
La familia de las víctimas dijo que cree que fue un accidente y que no se deben realizar más investigaciones. Culparon a una cerradura defectuosa en la puerta del auto que les permitió a los niños trepar adentro para jugar, pero les impidió abrir la puerta para escapar.
La policía local ahora está investigando el caso para averiguar si hubo negligencia por parte de los padres.
El jefe de la policía de Bataan, Dennis Orbista, dijo: "El padre abrió la puerta, pero las niñas no respondieron. Las llevó al hospital donde fueron declarados muertos debido a la asfixia. Los padres de niños que son de la misma edad que las víctimas, siempre los cuidan porque, por curiosidad, juegan con todo lo que hay en los alrededores".(Metro)