Cuando el dueño de un perro siente estrés, la mascota también se estresa, sugiere un estudio publicado en la revista especializada Scientific Reports. El equipo de expertos suecos estudió a 58 propietarios de perros raza border collies o Shetland. Examinaron cabellos de las personas y de los caninos para ver la presencia de una hormona llamada cortisol, que es secretada al flujo sanguíneo y absorbida por el pelo cuando el organismo está bajo estrés.