El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encabezó la tradicional ceremonia del indulto presidencial a los pavos de Acción de Gracias, celebrada en la Rosaleda de la Casa Blanca. En esta edición, las aves afortunadas fueron Gobble y Waddle, nacidas en una granja de Carolina del Norte y con pesos de 24 y 23 kilos, respectivamente.
Acompañado por la primera dama Melania Trump, el mandatario participó en uno de los actos más emblemáticos del calendario político estadounidense, en el que el presidente “perdona” a dos pavos del destino culinario típico de la festividad.
“Gobble, estás oficialmente indultado de forma incondicional”, dijo Trump ante la mirada de los asistentes, mientras el pavo “glugluteaba” al saberse libre. En tono de humor, el presidente añadió que “Waddle está desaparecido, pero fingiremos que está aquí”.
Bromas contra Biden y los demócratas
Trump no dejó pasar la oportunidad para lanzar comentarios contra su antecesor, Joe Biden, y sus rivales demócratas. Entre risas, aseguró que anulaba los indultos presidenciales de Biden a los pavos del año pasado porque, según él, fueron firmados “con un bolígrafo automático”, lo que haría los perdones “inválidos”.
Incluso bromeó diciendo que los pavos de Biden, Peach y Blossom, estaban a punto de ser “procesados”, aunque finalmente decidió “perdonarlos también”. El mandatario añadió que consideró nombrar a los pavos de este año Chuck Schumer y Nancy Pelosi, pero cambió de opinión al darse cuenta de que “con esos nombres, jamás los habría indultado”.
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Durante el evento, Trump también criticó al gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, llamándolo “gran gordo y vago”, aunque reconoció entre risas que él mismo “también necesita perder algunos kilos”.
Una tradición con más de tres décadas
El indulto presidencial del pavo es una de las tradiciones más pintorescas de Estados Unidos. Aunque los presidentes recibían aves como obsequio desde el siglo XIX, el acto de perdonar oficialmente a un pavo comenzó en 1989 con George H. W. Bush, tras una protesta ambientalista frente a la Casa Blanca.
Los pavos Gobble y Waddle, de plumaje blanco y cabeza azul, fueron seleccionados por la Federación Nacional del Pavo y pasaron la noche anterior en un hotel de lujo cerca de la Casa Blanca. Después del evento, serán trasladados a la Universidad Estatal de Carolina del Norte, donde vivirán bajo cuidado permanente.
Cada año, se estima que 46 millones de pavos son sacrificados en Estados Unidos para la cena de Acción de Gracias, una festividad que conmemora el banquete de 1621 entre colonos ingleses e indígenas tras una buena cosecha.
Con su característico estilo, Trump transformó una tradición familiar en un acto político con humor, ironía y mensajes dirigidos tanto a su base como a sus opositores.
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