María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, confirmó públicamente que contó con apoyo del Gobierno de Estados Unidos para abandonar Venezuela y llegar a Oslo, Noruega, donde se celebró la ceremonia de entrega del galardón.
“Nos preguntaron si habíamos recibido apoyo del Gobierno de Estados Unidos para que yo pudiera llegar a Oslo. La respuesta es sí”, declaró Machado ante decenas de periodistas este 11 de diciembre de 2025, sin ofrecer más detalles operativos por razones de seguridad.
Pese a la discreción de la opositora, diversos medios internacionales reconstruyeron la compleja ruta de salida.
De acuerdo con The Wall Street Journal, Machado inició su fuga el lunes 8 de diciembre, saliendo de un escondite en Caracas donde permanecía desde hacía 16 meses, utilizando peluca y disfraz para evitar ser reconocida.
La ruta secreta: 10 horas por carretera, controles militares y una lancha a Curazao
Según estas versiones, la opositora recorrió por carretera un trayecto de aproximadamente 10 horas, atravesando al menos diez puestos de control militares antes de llegar a la costa. Desde allí abordó una lancha de madera con destino a Curazao, isla ubicada a menos de 80 kilómetros del litoral venezolano.
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María Corina Machado asegura en Oslo que: “La tiranía en Venezuela terminará muy pronto”
Una vez en territorio fuera del control del gobierno de Nicolás Maduro, Machado tomó un avión privado que hizo escala en Bangor, Maine, en Estados Unidos, para después volar rumbo a Oslo. Sus aliados mantuvieron en secreto cada etapa del operativo, con el objetivo de reducir al mínimo los riesgos de detención.
Machado insistió en que consideró un “deber” acudir personalmente a recibir el Nobel, pues su intención es “llevar el premio de vuelta a los venezolanos” como símbolo de la lucha democrática. La dirigente permanecía en la clandestinidad desde hacía más de un año debido a la persecución política en su contra.
Compromiso de regresar a Venezuela “lo antes posible”
Durante sus mensajes en Noruega, la dirigente opositora reiteró que su plan es regresar a Venezuela “muy pronto”, aunque admitió que el calendario y las condiciones del retorno todavía no están definidas. Señaló que la fecha dependerá de que existan garantías mínimas para su seguridad, más allá de si Nicolás Maduro continúa o no en el poder.
Mientras tanto, adelantó que aprovechará su estancia fuera del país para sostener reuniones clave, atender asuntos de salud y pasar algunas horas con familiares y amigos.
También dejó claro que su objetivo central es que el Nobel de la Paz se convierta en una herramienta de presión internacional para exigir el restablecimiento de la democracia y de los derechos humanos en Venezuela.
El episodio añade un nuevo capítulo a la tensión entre el gobierno de Maduro y las potencias occidentales, en un contexto donde el reconocimiento internacional a Machado refuerza la narrativa de persecución política y abre más frentes en la arena diplomática y mediática.
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