
Una nueva tragedia golpeó a la República Democrática del Congo (RDC). Al menos 107 personas murieron el pasado jueves tras el naufragio de una embarcación en el río Congo, a 123 kilómetros de la ciudad de Mbandaka, capital de la provincia de Ecuador.
De acuerdo con el comisario fluvial Content Mboyo, la nave, identificada como HB Bonga, había partido de Kinsasa con destino a Mbandaka. Sin embargo, a la altura del territorio de Lukolela, la ballenera se incendió mientras transportaba a más de 500 pasajeros.
Hasta el momento, se han recuperado 106 cuerpos y cerca de 200 sobrevivientes, aunque decenas de personas continúan desaparecidas.
Falta de control y sobrecarga de pasajeros
Las autoridades lamentaron que la embarcación hubiera zarpado sin lista oficial de pasajeros y con exceso de carga.
El siniestro consumió prácticamente todas las mercancías, mientras otras fueron arrojadas al río en un intento desesperado por salvar la nave.
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En la misma provincia, apenas un día antes, otro naufragio dejó más de 56 muertos, muchos de ellos estudiantes y comerciantes.
Un problema recurrente en la RDC
Según Otis Evoloko, vocero de la sociedad civil en Basankusu, la sobrecarga es una de las principales causas de estos accidentes.
En el naufragio del miércoles, aunque existía un documento con 96 pasajeros registrados, en realidad viajaban muchos más, además de mercancías.
La precariedad de las embarcaciones, la falta de señalización y la ausencia de controles efectivos hacen frecuentes estas tragedias en los ríos y lagos del país.
En mayo, el gobierno congolés anunció el cierre de 240 puertos “ilegales”, sin embargo, los accidentes siguen cobrando vidas en una nación con limitadas infraestructuras de transporte y una vasta geografía selvática.
El naufragio del río Congo es ya uno de los más mortales del año en la región, evidenciando nuevamente la fragilidad de las condiciones de navegación en la RDC.
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