CIUDAD DE MEXICO, 27 de agosto (Agencias).- A casi 25 años de la reforma judicial de 1994, el nepotismo y las redes familiares permean el Poder Judicial de la Federación: 51 por ciento de los jueces y magistrados tiene al menos un familiar laborando en su propio circuito, según lo revela un estudio elaborado por el CIDE a solicitud de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
“De todos los familiares de jueces y magistrados, el 68 por ciento son familiares consanguíneos y de esa cifra, el 49 por ciento son padre, madre, hijo o hija. Es decir que una gran proporción de los familiares son muy cercanos a los titulares”, reveló Julio Ríos Figueroa, autor de la investigación “El déficit meritocrático. Nepotismo y redes familiares en el Poder Judicial de la Federación”.
Jalisco es el estado donde se encuentran más casos de este tipo, donde el 80 por ciento de los impartidores de justicia tienen un familiar en el mismo circuito judicial.
Para el investigador del CIDE, el déficit meritocrático que existe en el Poder Judicial tiene que ver con las limitaciones de la arquitectura institucional y su organización administrativa.
Por ejemplo, aunque la reforma judicial de 1994 incluyó como una de sus piezas clave la carrera judicial basada en el mérito -donde ingresarían aquellos que tenían vocación de juzgadores a partir de exámenes de concurso y no por conexiones personales-, ésta se reduce únicamente a los jueces y magistrados.
“Otros puestos importantes para la producción de sentencias y el manejo de los casos, se otorgan en gran medida a discreción de los titulares que son los jueces y magistrados”, detalló Ríos Figueroa.
“El 87 por ciento de los casos de todos los concursos que se han abierto desde 1995, son cerrados a personas que ya laboran en el Poder Judicial”, agregó.
Según el reporte, el cargo más común que tienen los familiares de jueces y magistrados es el de oficial administrativo, el cual no es parte de la carrera judicial y pertenece a la función jurisdiccional.
“A este cargo se entra fácil y se vuelve una plataforma para después llegar a ser juez o magistrado”.
Para Ríos Figueroa, el estudio identifica patrones, es decir, los números de familiares que existen en el Poder judicial, de qué tipo son y qué puestos tienen.