Durante el inicio de su conferencia matutina en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se refirió a dos hechos ocurridos el miércoles 10 de septiembre que marcaron la agenda nacional e internacional.
El primero, relacionado con la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, que dejó un saldo preliminar de cuatro personas fallecidas y más de 90 lesionados.
El segundo, sobre el ataque armado en Estados Unidos contra el activista Charlie Kirk, hecho que también generó gran impacto mediático.
Explosión en Iztapalapa: solidaridad con víctimas y familiares
Sheinbaum informó que su gobierno se ha mantenido en coordinación con la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, así como con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y la Coordinación Nacional de Protección Civil, encabezada por Laura Velázquez.
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“Estamos apoyando en todo lo que se necesita y expresamos nuestra solidaridad a los familiares que perdieron a un ser querido. Estaremos muy pendientes de la atención a las víctimas”, señaló la mandataria.
El siniestro, ocurrido en la zona del Puente de la Concordia, provocó un incendio de gran magnitud que afectó a viviendas, vehículos y empresas cercanas.
Condena al ataque contra Charlie Kirk en EU
La presidenta también se pronunció sobre el atentado contra el activista conservador Charlie Kirk, ocurrido durante un evento en el campus de la Universidad del Valle de Utah.
Sheinbaum aseguró que su gobierno está “totalmente en contra de cualquier tipo de violencia, y particularmente de la violencia política”, al tiempo que condenó los hechos.
Un mensaje con enfoque nacional e internacional
El doble pronunciamiento de Sheinbaum en su mañanera refleja la relevancia de dos sucesos: uno de carácter nacional, que ha conmocionado a la Ciudad de México; y otro internacional, que coloca en el debate la seguridad de figuras públicas en Estados Unidos.
La mandataria reiteró que su administración mantendrá la coordinación necesaria para atender la emergencia en Iztapalapa y, al mismo tiempo, dejó claro que México rechaza la violencia política en cualquier contexto.
IO