Francisco Javier Pizarro ChávezPresupuesto 2019:
II
En nuestra colaboración anterior “Presupuesto de 2019; lo Justo y Necesario”, abordamos el desastre financiero que la saliente administración deja al futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y si la política de Austeridad Republicana, ya puesta en marcha por el Poder Legislativo, era suficiente para hacer frente a esa situación y lo suficientemente solvente para dar sustento a las políticas públicas, programas sociales y obras contempladas en el plan de Gobierno.
Hoy comparto a ustedes la II parte respecto al presupuesto de egresos para el 2019 que se entregará para su revisión, aprobación o ajuste por la Cámara de Diputados.
Gerardo Esquivel, próximo subsecretario de Hacienda y Crédito Público, entregó ayer, a la bancada de Morena de la Cámara de Diputados, la línea de gastos para el 2019 que seguirá el gobierno entrante.
*En participaciones a entidades federativas y municipios 892 mil 800 millones de pesos. (80 mil, 869 millones más del ejercicio fiscal de 2018).
* Pago del servicio de la deuda pública, 726 mil 800 millones de pesos. (117 mil 489 millones más de costo financiero de 2018).
*Pago de Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (Adefas) 35 mil 900 millones de pesos. (34 mil 109 millones de pesos más que en 2018).
* En seguridad social y pensiones, Pemex, CFE IMSS e ISSSTE se destinaría una bolsa de 896 mil millones de pesos.
*Servicios de salud de los estados, educación y otros fondos, se asignarían 74 mil 800 millones de pesos.
* Para las empresas productivas del Estado (Pemex y CFE), así como a las instituciones de seguridad social (IMSS e Issste) recibirían en conjunto 1 billón 195 mil 400 millones de pesos.
*Pago de servicios personales del gobierno federal –gasto corriente— 327 mil 100 millones de pesos.
*Gasto programable del gobierno federal (654 mil 600 millones de pesos). Esa partida se divide en tres rubros: 111 mil 700 millones de pesos para inversión, 405 mil 100 millones por conceptos de subsidios y 140 mil 200 millones en operación.
(Nota: Usé las terminación “ía” de los verbos infinitos en tiempo condicional, porque las cantidades del presupuesto de egresos en comento, son una propuesta del Ejecutivo Federal, que puede ser avalada o modificada por la Cámara de Diputados)
En total el Gasto Público sería de 5.6 billones de pesos en cifra cerrada, esto es 400 mil millones de pesos más, del presupuesto de egresos de 2018.
Gerardo Esquivel se reunió también con integrantes de la Concamin, reconoció que dejarán de recaudar 40 mil millones de pesos por la reducción del IVA y el ISR en las ciudades fronterizas.
También dio a conocer que se analizará el sistema de pensiones y se valorará, entre otros factores, si se eleva la edad de jubilación de 65 años, pero aclaró que eso sería a mitad del sexenio.
Aseguró que los programas sociales prioritarios que López Obrador anunció durante su campaña como son los de la pensión universal a los adultos mayores, el apoyo para 2.6 millones de jóvenes para que estudien o integren en actividades productivas y el de reforestación de un millón de hectáreas en el Sur del país, se financiarán con los ahorros obtenidos con la restricción del gasto corriente, de las pensiones de ex presidentes y de sueldos de los altos funcionarios.
Dijo textualmente: “Van a alcanzar los ahorros. Ya se anunció que no habrá endeudamiento, aumento de impuestos ni nuevos aranceles, todo se hará dentro del marco del presupuesto…se requieren entre 450 mil y 500 mil millones de pesos para los nuevos proyectos prioritarios. Eso saldrá de los ahorros de la austeridad y con eso se va financiar”.
Es desde luego una visión optimista y con amplio sentido social, pero –desde mi punto de vista— limpia sólo una parte del batidero financiero que el modelo neoliberal creó.
Si sumamos las partidas destinadas al pago de la deuda pública vigente y de los adeudos de los ejercicios fiscales anteriores, nos da un total de 762 mil millones de pesos, cantidad que casi duplica los ahorros de la austeridad. Eso por una parte.
La otra parte. Lo que no debe dejarse de lado, es que hay riesgos graves en términos financieros y económicos. El Banco de México destaca varios:
* Mayores presiones en la moneda nacional debido a las alzas en las tasas de interés externas y una mayor fortaleza del dólar.
* Incertidumbre con relación a la renegociación del TLCAN.
* Incremento en los precios de los energéticos y en algunos bienes agropecuarios que podrían ampliar el déficit de la balanza comercial.
* Efecto de las medidas proteccionistas y compensatorias de Estados Unidos que afecten los flujos comerciales, la inversión y la inflación.
En resumen. 2018 puede cerrar con un mayor déficit comercial y de cuenta corriente.