Alvaro Cepeda NeriPrólogo Político
I.- Defendida a capa y espada y contra viento y marea de las informaciones y críticas con base en hechos, la Oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, también se llenó la boca e hizo uso del “antes estaba peor” para justificar la falta de medicinas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como en otros centros de salud públicos dependientes del financiamiento del gobierno federal. Cuando en el caso lo que importa, llueva o truene y con todo y relámpagos (como en el vals de Strauss hijo), son los mexicanos; esa parte del pueblo al que tanto invocan los lópezobradoristas, y quienes tienen derecho constitucional a recibir pronta y eficazmente atención médica y sus complementos, para amortiguar los daños y dolores de sus enfermedades. Y por las que se jugaron la vida porque la Oficial Mayor de Hacienda privó a esas instituciones de su mínimo financiamiento para adquirir medicinas y los servicios de urgente necesidad.
II.- Los directores de esos hospitales tuvieron que presentar su reclamo ante el Congreso federal, para que la Oficial Mayor de Hacienda pospusiera su renegociación para la adquisición de medicinas –y que el ex director del IMSS cuestionó en su renuncia–, con lo que ella estuvo que ceder a su necedad y entregar –usó la expresión “liberar”, con lo que prueba que tenía retenidos– 2 mil 454 millones de pesos, para finalmente poder adquirir las medicinas que miles de enfermos no recibieron a tiempo; con lo que se agravaron sus males al punto de tener que sobrevivir entre la vida y la muerte. Todo esto como resultado de que el depredador y corrupto presidencialismo peñista dejó una corrupción de la que no son responsables los enfermos ni las instituciones, como para privarlas de los elementos indispensables para atender la justa demanda de los enfermos que están internados; así como de quienes acuden a la consulta externa. Unos y otros padecieron el “encarcelamiento” de esos millones que al fin fueron “liberados” por la funcionaria.
III.- La señora que se llevó la portada del número 2221 de la revista Proceso que vio la luz el 26 de mayo pasado son, aunque no lo crea nadie, las manos derecha e izquierda de López Obrador, para en nombre de la austeridad (que el mismo tabasqueño calificó de franciscana), dejara sin inversión a todo el sector público; y de esta manera combatir la corrupción con otra corrupción. Pero ésta tiene a millones de mexicanos sin atención médica en hospitales donde no hay ni jeringas, por más que el Presidente López Obrador diga lo contrario. Así que con esta catástrofe se ha comprobado que su Oficial Mayor de Hacienda guarda el dinero del pueblo para que no se lo roben; pero tampoco se use para los mínimos gastos indispensables. Lo que provoca que se despida a funcionarios, empleados, médicos y enfermeros, a quienes primero les rebajaron sus miserables sueldos y luego los obligaron a renunciar. Todo debido a los poderosos abusos de Raquel Buenrostro.
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