Síguenos

Opinión

Sheinbaum festeja en público su cumpleaños

Alvaro Cepeda NeriConjeturas

 

I.- Existe la “consigna” de ni preguntar ni decir los años de una mujer en su cumpleaños. El caso es que doña Claudia Sheinbaum Pardo, echa bolas en dirigir la política, administración y demás funciones con sus respectivas obligaciones, en la Jefatura de la Ciudad de México, a sabiendas o no de que el alcalde Adrián Rubalcava le tenía preparada una fiesta, al ella estar de gira de trabajo por esa demarcación, aceptó que los alumnos de una secundaria –por medio de su coro– la entonaran “las mañanitas” y recibir un pastel rectangular de muy buen tamaño; al que le dio una mordida. En la foto de Jesús Villaseca, de La Jornada (25/VI/19) se ve que una mano amiga le empuja la cabeza para embarrarse de pastel, el cual a su vez estaba escoltado por otros dos pasteles, de los que –dice la nota de Alejandro Cruz Flores– repartió rebanadas. Tiene derecho doña Claudia de celebrar su cumpleaños, pero no en un acto público como funcionaria, como lo hizo en este caso; poniendo el ejemplo para que otros funcionarios lo hagan y además, hasta con dinero público.

II.- Esta fue una situación que puede estar en el límite de catalogarse como un mínimo acto de corrupción, ante los cuales ella y su amigo: el Presidente de la República, dicen estar en contra y combatirlos. Un abrazo el día de sus onomásticos y cumpleaños, pasa; pero a lo priista festejarlos y en una ceremonia pública, resulta reprobable. En el caso de la señora Claudia Sheinbaum Pardo se asegura que el alcalde organizó la fiesta y como éste es priista le salió muy bien al estilo peñista. A lo mejor el alcalde buscaba un acercamiento con la funcionaria morenista y olvidó que es con resultados de eficacia y honradez con los que debe, en todo caso, “quedar bien”. Y eso solamente con sus gobernados. Pero no resultó así y don Adrián averiguó o le pasaron el dato de que ese día la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México cumplía años; por lo que usando a los niños de esa secundaria le organizó el pastel y “las mañanitas” con varios presentes invitados exprofesso, como la presencia de Rosaura Ruíz, empleada de doña Claudia.

III.- Poner en práctica el lema aquel de que lo que la ley no prohíbe está permitido, fue un antiquísimo principio para llenar un hueco jurídico. Tal vez en eso se basó el alcalde de Cuajimalpa y se atrevió a tomar del dinero público que tiene a su custodia para las necesidades de sus gobernados, y gastarlos para llevar a cabo un acto privado hecho público, con el fin de celebrar, pues, un año más de vida de la Sheinbaum Pardo; quien, agobiada por los montones de problemas que se suscitan en esta enorme ciudad –capital del país–, sigue sin dar pie con bola para resolverlos. Es casi la Jefatura de Gobierno una vicepresidencia, y como le tienen prometido que será la sucesora-candidata al cargo que con gran amplitud ganó Andrés Manuel López Obrador el año pasado, es sumamente necesario que se aplique más y mejor a todas las funciones que devienen de su cargo, o como en los versos aquellos ante el infierno dantesco: “pierda toda esperanza quien entre ahí”.

cepedaneri@prodigy.net.mx

Siguiente noticia

¿Golpe de Estado contra el Gobierno actual?