Opinión

No mentir, no robar y no traicionar

Por Juan R. Manzanilla Dorantes

Durante las elecciones federales de 2018 el Movimiento de Regeneración Nacional, a través de su candidato, Andrés Manuel López Obrador, hizo suyo y promovió tres conceptos que definían uno de los propósitos del candidato y del partido si llegaban al poder. Estos conceptos no sólo tuvieron un sentido ideológico, sino también político, entendiendo lo político como acción política, económica y cultural. Estos tres conceptos fueron: “No Mentir, No Robar y No Traicionar”. Los tres conceptos tuvieron aplicación práctica, y fue la “Lucha Contra la Corrupción” de los gobernantes de aproximadamente cuarenta años para atrás que se ligaba con la fase e instauración del neoliberalismo en México.

Estas ideas eran dirigidas básicamente para los partidos, dirigentes y funcionarios del Estado que pertenecían al Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a quienes se acusaba de ser los causantes de la crisis económica, de la discriminación étnica, de género, de la violencia institucional y de la existencia y protección de grupos crueles y violentos de narcotraficantes, de la política antinacional por la ruina y privatización de empresas estratégicas para el desarrollo del país, la privatización de la educación y el desastre de la producción agropecuaria y de la inmensa y profunda pobreza que tanto daño hace a los mexicanos y a la nación.

Se afirmaba que los priístas y panistas (QUIENES GOZABAN DE PRIVILEGIOS Y SE HACIAN INMENSAMENTE RICOS), mentían, robaban y traicionaban al pueblo, SON LOS PRIISTAS Y PANISTAS quienes defendían el proyecto neoliberal y se protegían entre sí ante la propuesta de la Cuarta Transformación de México encabezada por López Obrador y MORENA, quienes los llegaron a acusar, a priístas y panistas, de ser una mafia en el poder y su jefe, el innombrable. Para poder reafirmar su existencia, ante el descalabro electoral que tuvieron en julio de 2018, los panistas han consolidado su alianza con el PRI, contra la izquierda para mantener su existencia y vigencia, sin que eso signifique que no haya diferencia entre ellos. Los resultados de la elección gubernamental pasada, en Yucatán, así lo demuestra el acuerdo PRI y PAN para que uno de los Mauricios, en este caso Vila, se quedara, como sucedió con el gobierno. De ahí la gran cantidad de priístas en el actual gobierno panista.

Estas ideas llevaron a pensar a mucha gente que habría un rompimiento total de MORENA y del nuevo gobierno federal con la derecha, pero eso no sucedió, aunque sí hubo con ellos un deslinde por ser el proyecto neoliberal panista/priísta corrupto, contrario al de la Cuarta Transformación.

La batalla por llevar a López Obrador a la Presidencia de la República duró aproximadamente veinte años, donde hasta hoy hay miles de camaradas que trabajaron toda esta jornada de tantos años, a pesar de la represión, las trampas, la compra, la amenaza, los despidos y la negación de trabajo y los asesinatos de parte del PRI y el PAN.

Se dijo que la gente de abajo, trabajadores, campesinos, empleados, los miembros de base de los partidos del PRI y el PAN y de las comunidades estaban igual de pobres y marginados que los que estaban con Morena (de ahí primero los pobres) y que había que acercarse a ellos e invitarlos a ser “Protagonistas del Cambio”, pues la mafia estaba arriba, hubo gente de abajo que aceptó, pero también hubo quienes no sólo no aceptaron la invitación sino que se opusieron y combatieron al candidato morenista a la presidencia de la República, esto desde la cotidianidad de sus localidades o municipios. En Yucatán una de las cosas que ocurrieron fue que una gran cantidad de gente de los otros dos partidos que votaron por López Obrador lo hicieron también por los candidatos a las Presidencias Municipales y por el Gobernador del PAN o del PRI, las razones de esto son múltiples, aquí sólo se quiere señalar el hecho.

Desde antes del triunfo de López Obrador y durante la campaña, hubo afiliación y acercamiento de panistas y priístas a Morena que se sumaron a la campaña, muchos de ellos, trabajaron de activistas y dedicaron esfuerzos y tiempo como muchos militantes de Morena, probablemente no todos, como tampoco todos los morenistas. Sin embargo, con el triunfo de la izquierda y ante la posibilidad de que el partido crezca, muchas ratas o ratones del PAN y del PRI, ante el hundimiento de los barcos, que no se acercaron antes de la elección, se aproximan a Morena buscando espacios para continuar con prácticas de muchos años, todavía no me explicó cómo es esa conversión que de pronto de un día para otro se transita de una ideología sostenida durante muchos años a otra, se cambia en un día. Esta situación disminuyó en Yucatán el flujo de priístas y panistas a Morena se debió a que el gobierno del Estado se lo dieron a un panista. Así los priístas tuvieron dos opciones: Morena y una gran alianza PRI-PAN, ambas cosas sucedieron.

La situación es complicada porque esta incongruencia entre el sentido del programa y los principios de MORENA y muchos militantes de formación de derecha, aun morenista, descontentos con los gobiernos anteriores, quedan como testimonio de la necesidad de fortalecer al partido con una ideología progresista y de una conciencia y acción de izquierda. Por poner un ejemplo, una de esas evidencias es la votación de los diputados morenistas en la Cámara de Diputados a favor del PAN, al aprobar el alto endeudamiento del estado a iniciativa del gobernador panista Mauricio Vila Dosal, para aumentar la vigilancia hacia los yucatecos y también votaron en contra del “Matrimonio Igualitario”, poniéndose totalmente en contra de la línea del partido y sosteniendo los diputados morenistas una ideología de derecha y retrógrada. A ellos hay que juzgarlos enérgicamente y hasta expulsarlos del partido y hacer una investigación de sus finanzas por la aprobación de los 2,600 millones de pesos.

Los morenistas deben de buscar acuerdos claros y precisos en el interior de MORENA, entre los militantes actuales y tener como objetivo la construcción de una dirigencia estatal de alta capacidad política y organizativa en función de los documentos básicos que rigen su vida. Establecer orientaciones más claras y precisas para la afiliación a MORENA y sobre todo para la elección de candidatos. Eso de que un candidato de derecha no gane la candidatura de su partido aun teniendo a la mayor parte de la gente y por su inconformidad aceptarlo o invitarlo a ser candidato de MORENA porque puede ganar es un grave error, en esas condiciones es preferible “perder” con una o un candidato honesto que haya demostrado fidelidad a los principios y al programa, y de haber realizado con antigüedad y experiencia militante actividad política por MORENA, pues el resultado es que el partido saldría fortalecido y se estarían formando nuevos cuadros políticos. Se tiene que confiar más en el capital humano de MORENA y acercarse a miembros de la sociedad no afiliada a ningún partido.

La izquierda en Yucatán ha tenido una debilidad histórica, nunca ha contado con un programa integral de transformación o de cambio para el estado de Yucatán y eso lo tienen que hacer, no es suficiente con el programa nacional, hay que contextualizarlo a las condiciones de Yucatán e introducir nuevos elementos. De otra parte, el nombramiento de funcionarios de otros partidos o de concepción neoliberal por MORENA, ha traído graves consecuencias políticas, por decir algunos: el responsable del Seguro Social, el Secretario de Hacienda o antes el gobernador de Tabasco (priísta) Arturo Núñez Jiménez (1913-1918). Quién garantiza que los panistas o priístas, porque entren a Morena, van a dejar de Robar, Mentir o Traicionar, yo no, para nada. Hay municipios donde los comités de MORENA están formados por gente del PRI o PAN. Hay que revitalizar a MORENA y hacerlo un Partido democrático y de izquierda; pero con más panistas y priístas en su interior, va a ser imposible y puede venir el efecto PRD hacia MORENA.