Opinión

Tanto Zigzagueo NO Lleva a Buen Puerto

Guillermo Fabela Quiñones

Al paso de los meses, el régimen de la Cuarta Transformación se está enredando en sus propias contradicciones, las cuales tienen su origen en la táctica presidencial de evitar que se incremente la lucha de clases, activada por las cúpulas del sector privado más reaccionario. La realidad demuestra que las consecuencias de esta estrategia “pacifista” son contrarias a lo que se busca. Así lo demuestra el rechazo a las propuestas progresistas y democráticas que logran entrar al Congreso.

Un claro ejemplo de esta realidad se demostró en el Senado, cuando el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión social, Napoleón Gómez Urrutia, líder nacional del Sindicato Minero, se opuso correctamente al proyecto de la mesa de alto nivel sobre la ley para regular el llamado “outsourcing”, o sea la subcontratación de mano de obra, mecanismo neoliberal que protege a los empresarios y les facilita eliminar la contratación a través de sindicatos, dejando a los trabajadores en completa indefensión.

El argumento que manejó el coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Mesa Directiva, Ricardo Monreal, para justificar el proyecto favorable al empresariado, patentiza un hecho grave: mantener compromisos con la elite empresarial por encima de imperativos sociales. Afirmó: “Sería una falta de respeto tomarles el pelo, invitarlos a una mesa para que todo siga igual”. La respuesta del senador Gómez Urrutia fue contundente: “Se recibieron propuestas de todos los grupos y sólo se quiere imponer la de los empresarios, ¿por qué no la de los líderes obreros, la de otros actores y la de senadores de opinión diferente?”.

Se suponía que en el régimen de la Cuarta Transformación se iban a generar equilibrios que permitieran avances en las relaciones entre la elite empresarial y los grupos sociales que carecían de voz y medios de defensa de sus derechos básicos. Sin embargo, en los hechos esto no parece viable y menos lo será en la medida que la fuerza política dominante, en el Ejecutivo y en el Legislativo, no asuma su tarea fundamental de lograr que la balanza de la justicia se comience a inclinar en favor de los débiles y desposeídos por décadas de inmisericorde explotación laboral y social.

Cabría preguntarle al senador Monreal si desde su punto de vista no es una falta de respeto mucho más grave, por los actores involucrados y por las expectativas generadas, permitir que las cosas en el ámbito laboral sigan igual que en el neoliberalismo. Es una paradoja que Monreal coincida plenamente con Mauricio Kuri, coordinador de los senadores del PAN, que con los legisladores de su bancada. ¿No es para ponerse a pensar en los móviles ocultos de su actitud?

Es obvio que de continuar por este camino lleno de zigzags, el régimen está cavando su tumba, porque le está facilitando al conservadurismo reaccionario su tarea prioritaria de socavar la base social que permitió la derrota del PRIAN. Así, de muy poco sirven las medidas positivas, que son muy importantes y alentadoras, del gobierno federal, porque de inmediato son neutralizadas con acciones estructurales que frenan los cambios de fondo para afianzar la Cuarta Transformación.

Nótese cómo la derecha tiene más visión estratégica y la aprovecha al máximo, gracias a la complacencia del gobierno federal en su necio afán de bajar la intensidad de la beligerancia del conservadurismo, lo cual es un absurdo como lo enseña la Historia de la humanidad. Máxime cuando se está arriba de la rueda de la fortuna.

guillermo.favela@hotmail.com

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