
Sin importar el nombre de su jugador favorito de beisbol, difícilmente sabe usted el número exacto de imparables que este haya conectado en su carrera. Inténtelo con jugadores como Alex Rodríguez, Derek Jeter, David Ortiz, Babe Ruth, Ted Williams… ¿Y qué tal si le digo, Roberto Clemente?…
En abril del 47, Jackie Robinson rompió la barrera del color en las Grandes Ligas; sin embargo, los años que siguieron a la aparición de Jackie continuaron cargados de discriminación y menosprecio por los jugadores de color y latinos. En ese ambiente surgió la fi gura de Roberto Clemente.
Fue en abril de 1955 cuando el puertorriqueño Roberto Clemente debutó con los Piratas de Pittsburgh, con los que jugaría por 18 temporadas hasta su inesperado retiro en 1972. Fue un valiente defensor de los derechos de los jugadores latinos, distinguiéndose en su carrera por ser un promotor de la igualdad y solidaridad, además de conseguir 12 Guantes de Oro, 4 títulos de bateo, dos títulos de Serie Mundial, un galardón de MVP, 15 Juegos de Estrellas, promedio de bateo de .317 y finalmente sus icónicos 3 mil hits.
El 15 de septiembre se conmemora el día de Roberto Clemente, el cual da inicio al mes de la herencia hispana. MLB permite a todos los jugadores que así lo deseen portar en su uniforme el número 21 con el que Clemente adornó su espalda.
Todos los jugadores de los Piratas lo usarán, así como seguramente todos los puertorriqueños y la mayoría de los latinos.
A diferencia del 42 de Jackie Robinson, que ha sido retirado de todo el beisbol, y es usado el 15 de abril por todos los jugadores de manera obligada, el 21 de Clemente sigue activo y su uso el 15 de septiembre es opcional. Y a pesar de las demandas de algunos grupos por retirar el número en todo el beisbol y hacer su uso obligatorio en la fecha conmemorativa, en mi opinión debe permanecer como está.
Las historias de Robinson y Clemente están íntimamente ligadas por ser ambos heroicas figuras que lucharon en contra de la injusticia y estupidez humana, cada uno en su momento y lugar, y a pesar de las similitudes, de formas diferentes.
Jackie Reclamó el derecho, Roberto se ganó el respeto. Es increíble (pero real) que algunos jugadores decidirán no usar el número 21 este 15 de septiembre, y eso nos demuestra que incluso en este mundo moderno, algunas mentes continúan viviendo en el pasado, y eso es importante que no nos permitamos olvidarlo.
Todos los años desde 1973, MLB entrega el premio Roberto Clemente al jugador que a través de un proceso de nominación y votación representa ejemplo de excelencia deportiva y compromiso social. Algunos de los ganadores han sido John Smoltz, Albert Pujols, Derek Jeter, David Ortiz, Clayton Kershaw, Yadier Molina, Nelson Cruz, Justin Turner, Aaron Judge y Salvador Pérez.
Roberto Clemente se convirtió el 30 de septiembre de 1972 en el jugador número once en conseguir la hazaña de los 3 mil imparables. Fue el primer jugador latinoamericano en alcanzar esa cifra. Ese fue el último juego de la temporada para los Piratas ese año. También en la vida de Clemente.
El 23 de diciembre de ese mismo año, un terremoto de magnitud 6.3 destruyó gran parte de Managua, Nicaragua, causando miles de muertes y heridos. Clemente se movilizó para recolectar y enviar ayuda humanitaria.
El 31 de diciembre un avión sobrecargado de víveres para Nicaragua se desplomó a poco de su despegue, entre los tripulantes estaba la estrella de Grandes Ligas, Roberto Clemente. La aeronave nunca llegó a destino. Roberto, en cambio, ya había llegado al suyo, la inmortalidad.
A pocos meses de su fallecimiento, Roberto Clemente fue el primer latinoamericano en ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown. Así es, 3 mil hits conecto Roberto Clemente, no 2 mil 999, tampoco 3 mil 1. Así es la vida, así el beisbol, un sitio donde la estrella al apagarse se convierte en faro.