De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 22 de noviembre.- Con la ejecución número 84 de este 2018, cometido la noche del miércoles en la colonia Ejido, en la que un sujeto fue asesinado de tres balazos con una pistola calibre .38 súper; nuevamente exigen a las autoridades federales, estatales y municipales actuar en contra del crimen organizado, porque a consecuencia de la disputa a “sangre y fuego” de la plaza, la espiral de narco-violencia va en aumento y cada día se tiene nuevos récords de sangre, toda vez que en los 25 años de creado el municipio de Solidaridad es la primera ocasión que se tienen 84 ejecutados en un año.
En su edición de ayer jueves, en la sección de Cancún, este diario publicó oportunamente que un sujeto que caminaba frente al inoperante tugurio de mala muerte “No le digas mamá” en la transitada avenida Constituyentes en la colonia Ejido, fue ejecutado a balazos por sicarios que se transportaban en un automóvil blanco, quienes sin mayor dificultad se dieron a la fuga; a pesar que al lugar llegaron con prontitud los paramédicos de una ambulancia privada, su intervención no fue necesaria, porque la ejecución número 84 de este narco-violento año 2018, se había consumado.
A las 23:00 horas del miércoles, una persona del sexo masculino identificado como David Morales Arias, de aproximadamente 40 años de edad con un bolso (mariconera) en el hombro, complexión robusta, quien vestía de color azul, caminaba sobre la acera frente al tugurio “No le digas mamá” ubicado en las confluencias de las avenidas Constituyentes y 55 en la colonia Ejido, cuando repentinamente se le emparejo un automóvil color blanco, al parecer de la marca Seat, desde donde los sicarios dispararon en ocho ocasiones con una pistola calibre .38 súper, impactando en tres ocasiones a su víctima, en espalda y tórax, cayendo mortalmente herido en posición de decúbito dorsal (boca arriba), ya que murió a los pocos minutos.
En la escena del crimen, las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE), al realizar las diligencias de recopilación de evidencias, aseguraron ocho casquillos percutidos calibre .38 súper, aunque no servirá de mucho, porque no se hacen pruebas de balística de sospechosos detenidos con armas de fuego, ya que, erróneamente son puestos a disposición de la Procuraduría General de la República, razón por la cual, después de pagar una módica fianza quedan en libertad sin mayor investigación.
Finalmente, a más de dos años de estallado la narco-violencia en Solidaridad al igual que en los municipios turísticos de la zona norte de Quintana Roo, las autoridades federales, estatales y municipales siguen asumiendo una actitud de incapacidad o complacencia con las organizaciones criminales que impunemente siguen disputándose el control del narcotráfico, extorsiones y secuestros a “sangre y fuego”.