De la Redacción
TULUM, 14 de enero.- Poca efectividad se ha visto en el Mando Único en el municipio, la ola de violencia persiste, aunado a que las casetas de vigilancia, los filtros se mantienen en abandono y las cámaras de seguridad establecidas se mantienen fuera de circulación.
Como dice el dicho el que mucho abarca poco aprieta, ese es el refrán que se puede aplicar en el caso del Mando Único, en donde a pesar de que se fusionó la policía estatal con la municipal, no sobresale el trabajo de la prevención de los delitos, que se siguen llevando a cabo sin que se note avance en nuevas estrategias.
Los ciudadanos se dicen sentirse indefensos toda vez que el Mando Único como tal no ha dado resultado por el contrario se nota un retroceso, tan sólo hay que pasar por donde se hallan establecido los filtros para darse cuenta del abandono en que estos se encuentran.
Dejando la cabecera municipal a merced de la delincuencia que no da tregua, y que luego de cometer sus delitos se dan a la fuga pasando los filtros sin ningún problema, esto luego que los delincuentes detenidos en la pasada administración, por lo regular provenían de municipios de norte del estado.
Las casetas de vigilancia ubicadas en las colonias se mantienen en abandono, los ciudadanos en caso de una emergencia tienen que esperar a que pase una patrulla para solicitar el auxilio a menos que sea mediante el 911, si sabe la gente, pero si es gente humilde que carece de un teléfono difícil recibir el auxilio.
La caseta ubicada a la altura de punta piedra en su momento fungió como tal, pero tras ser abandonada se fue deteriorando destruyéndose sus paredes que eran de madera y, aunque actualmente la están restableciendo, al parecer, fungirá para otros fines ajenos a la seguridad pública.
A pesar de la poca efectividad del Mando Único, las cámaras de vigilancia no funcionan, de ahí que los delincuentes se dan a la fuga sin problema alguno, pues hay que recordar que en la franja costera el crimen organizado el año pasado arribaba del norte del estado, para cometer sus atracos en el caso de los cajeros automáticos y con toda la facilidad se daban a la fuga.
Y al carecer de los indicios de estos, difícil puedan dar con su paradero y frenar la ola de violencia que afecta al noveno municipio.