Por José Ramos/Redacción
CHETUMAL, 20 de enero.- Las medidas restrictivas impuestas en las reformas a la Ley sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas en el Estado de Quintana Roo, y que impactarán de manera negativa a los sectores restaurantero y de bares de la entidad, fueron impulsadas por diputados del Partido Acción Nacional (PAN) por una combinación de motivos ideológicos conservadores y propósitos recaudatorios.
La iniciativa de decreto por el que se reforman los artículos 5 y 25 y se adiciona el artículo 25 bis a la Ley sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas, fue presentada por el diputado del PAN Eduardo Martínez Arcila, presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, con el sólo propósito de limitar el horario de funcionamiento de los negocios, luego de que el titular del Ejecutivo presentó una iniciativa propia con la finalidad de coadyuvar en el combate a la delincuencia.
Y aunque se pretextó que la limitación de horarios sería el complemento de los requisitos de seguridad de los negocios que propuso el Ejecutivo, los diputados de las comisiones de Hacienda, Presupuesto y Cuenta y de Seguridad Pública, donde los panistas tienen la mayor participación, aprobaron las restricciones a rajatabla, sin que los legisladores consultaran las propuestas con los negocios dedicados a la venta de bebidas alcohólicas, y sin estudiar el impacto que se generaría en diversas actividades económicas ligadas al turismo.
De hecho, el dictamen de la reforma no contiene ni un solo argumento para justificar la reducción del horario ordinario para la venta de bebidas alcohólicas de 3 de la mañana a 11 de la noche y para la limitar las horas extraordinarias a las 3 de la mañana, sino que simplemente se declara su inclusión en la ley, sin motivación ni razonamiento que sustente la medida, lo cual es muestra de que obedeció a una consigna de la ideología conservadora del PAN, cuyos diputados prácticamente echan la culpa del incremento de la violencia criminal a la operación de los bares en horas extras.
Pero también hay indicios de que la restricción de horarios obedeció a la segunda intención de otorgar al gobierno del estado otro instrumento para extraer mayor recaudación de los negocios de los giros de restaurantes, restaurantes-bar y bares, pues con la medida se aumentó el número de horas extras que tienen que pagar los establecimientos nocturnos para poder operar en las madrugadas.
De acuerdo al artículo 25 bis que se adiciona a la Ley sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas en el Estado de Quintana Roo, que fue presentado por el panista Eduardo Martínez Arcilla, se establece que el horario ordinario para venta de bebidas embriagantes será de las 11:00 pm a las 23:00 horas.
El 25 bis también establece que el horario extraordinario para la venta de bebidas será de las 23:00 a las 03:00 horas del día siguiente, de lunes a sábado, y de las 17:00 a las 23:00 horas los domingos.
Además, en el mencionado apartado se instruyen más limitaciones en cuanto a los establecimientos que expenden u ofrecen bebidas alcohólicas para su consumo en el mismo lugar, pues solamente son considerados 3 tipos de giros que son: restaurante, restaurante-bar y bar.
Los 3 giros podrán vender bebidas de lunes a sábado de 10:00 a 23:00 horas y domingos de 11:00 a 17:00 horas. No obstante, el restaurante-bar podrá realizar la venta de bebidas alcohólicas solamente con alimentos de manera obligatoria de las 11:00 a las 23:00 horas de lunes a sábado y domingos de 11:00 a 17:00 horas.
Misma situación para establecimientos ubicados en zonas turísticas, los cuales serán los más afectados a partir del 1 de febrero, cuando sean efectivas las reformas a la ley de alcoholes en Quintana Roo.
Lo cierto es que las medidas restrictivas fueron impuestas sin previa consulta, y sin estudiar el impacto que podría generar en los negocios y establecimientos a lo largo de toda la geografía estatal.
Además, el dictamen no emite ninguna razón para el establecimiento de los nuevos horarios, y fue aprobado de un plumazo por los diputados de la XV Legislatura del Congreso del estado.
Es importante mencionar que la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en la entidad ha manifestado su inconformidad respecto a las medidas y limitaciones que dejan las reformas a la ley de alcoholes.
Lo anterior por que el Dictamen de Anuencia de Seguridad que propone la reforma representa una gran carga administrativa y operativa para el desarrollo comercial del sector restaurantero, destacando la poca pertinencia de la periodicidad trimestral y la poca viabilidad técnica-económica para cumplir con dicho dictamen.
Además, la ley menciona sanciones extremas (clausura, revocación de licencia) para casos de delitos dolosos cometidos dentro, o incluso en la vía pública frente a los negocios, lo cual daña la certidumbre del empresario, ya que lo hace responsable de factores externos a la propia operación del negocio.
La Canirac señala que la ley no considera la vocación turística del estado y regula los horarios de venta de bebidas alcohólicas de forma restrictiva, al proponer en horario ordinario hasta las 11 pm y en extraordinario (previa autorización de Seguridad Pública) hasta máximo las 3 am del día posterior, así mismo, los horarios no presentan diferenciación notable entre giros, a pesar de que las necesidades, obligaciones y costos son diferentes para cada negocio.
En ese sentido, los diputados de la XV Legislatura, principalmente la fracción parlamentaria del PAN, estaría satanizando a los bares y restaurantes por la delincuencia que prevalece en el estado, a pesar de que el problema de inseguridad viene causado por el narcotráfico y la corrupción, la impunidad y la falta de efectividad de las autoridades para combatirlo.
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