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Quintana Roo

Una víctima más del abuso y consumo de refrescos

Por Lusio Kauil

 

JOSE MARIA MORELOS, 2 de enero.- Con apenas 40 años de edad, el señor Jaime González Tilám, ya se ve mayor de edad, y es que desde hace más de tres años padece diabetes, una enfermedad que lo ha mantenido al borde de la muerte en dos ocasiones.

Esta persona creció con una enfermedad crónica, pero no había minado su estado físico hasta que empezó a padecer de diabetes, hace unos cuatro años.

Jaime es un consumidor de bebidas azucaradas desde joven. De hecho, en su desayuno y en su almuerzo nunca falta una coca de litro. Sus conocidos le decían que estaba abusando mucho de ese producto, pero él decía que no pasaba nada.

Sin embargo, un día sintió que se le bajó mucho la presión y tenía mucho cansancio y dolor de cabeza, y cuando acudió a una consulta médica, lo checaron y le hicieron pruebas de sangre, siendo entonces cuando le detectaron diabetes.

Desde aquel día Jaime González Tilam tuvo necesidad de hacerse de un bastón porque sentía que si no se apoyaba se iba a caer; pese a que su estado de salud se ha estado deteriorando, por la diabetes, él no deja de consumir refrescos embotellados.

El año pasado estuvo a punto de morir en dos ocasiones, pues su enfermedad se le complicó, pero con el apoyo de algunos familiares volvió a levantarse, pero ya dejó de trabajar como bolero y se dedicó a pedir limosna.

En noviembre pasado, regresó a la actividad del boleo de zapatos,  pero ahora casi nadie se interesa en ocupar sus servicios, porque lo notan muy débil como para que garantice un buen trabajo.

Jaime González Tilám dijo ayer que nadie ya le hace caso porque se encuentra muy enfermo. Dijo que donde llevaba su ropa para que se la lavaran, la mujer ya no acepta, pero, hizo ver que la dama no le da razón alguna por la cual no quiere lavar su ropa.

Según Jaime, actualmente tiene toda la ropa sucia y no sabe dónde se la pueden lavar, pues hizo ver que mientras no tenga ropa limpia no va a poder cambiarse la que tiene puesta ahora.

Jaime Tilám es una víctima más del abuso y consumo del refresco de cola.

 

 

 

 

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