Quintana Roo

'O todos hijos o todos entenados”

Por Karina Carrión

 

COZUMEL, 23 de octubre.- “O todos hijos o todos entenados”. La reapertura del área de nado de la playa Chunchacab, en la zona sur, sólo ha exhibido los intereses de organismos privados y gubernamentales, como el Parque Marino, mientras que los náuticos estamos siendo aniquilados, entonces que abran la playa “El Cielo”, total que sólo vamos a ir a nadar”, así lo consideró empresario cozumeleño David Elías Tovar Sánchez.

El empresario dijo que no era congruente por ningún motivo el actuar del Parque Marino de Cozumel, ante la apertura de la zona de nado de la playa referida, toda vez que además de que, consideraron, sólo se hizo por intereses de los concesionarios de dichas playas, eso les hace notar que no están siendo “parejos” con los cozumeleños.

Refirió que eso fue porque de una u otra manera las navieras debieron presionar a los directivos de la Fundación de Parques y Museos, así como a los concesionarios de las playas, debido a que los tours ya estaban vendidos para acudir a dicha zona costera y con la restricción se reflejó una inmediata afectación económica, lo que no fue conveniente ni para las grandes empresas de cruceros ni para los organismos que operan en dicha zona, consideró.

El entrevistado dijo que antes de beneficiar sólo a unos empresarios, el Consejo Técnico del Parque Marino debió considerar al sector más grande, los prestadores náuticos, por lo que aseguró que estarán analizando la petición de la inmediata apertura para la playa “El Cielo”, ya que aseguró que “al igual que la playa Chunchacab, sólo es un arenal. Entonces iremos a nadar. No a esnorquelear. Sólo a nadar y nadar en esa zona porque la verdad es que “o somos todos hijos o todos entenados”. La realidad es que es evidente que sólo se están moviendo para sus intereses y pues tampoco lo vamos a permitir. Confiamos en lo que nos dijeron. Por qué mejor no buscar ofrecer otras playas a esos concesionarios que presionaron para la reapertura de la supuesta zona de nado. La realidad es que los turistas llegan con sus equipos y salen a más de 10 metros de la orilla del mar a “nadar”, no se vale que nos quieran ver la cara”, puntualizó.