Por Romana Mora
TULUM, 11 de abril.- La reciente lluvia registrada como consecuencia del frente frío número 49 ha empeorado el camino de terracería Tulum-Javier Rojo Gómez (Punta Allen), tras el inicio de la temporada vacacional de Semana Santa los prestadores de servicios turísticos vislumbran no alcanzar porcentajes arriba del 80 por ciento.
Habitantes de Punta Allen, que dependen del turismo, se encuentran seriamente preocupados, ante las condiciones dañadas en que se encontraba, con la lluvia reciente empeoró.
El problema es que el agua pluvial se estanca en la parte en donde se forman baches y eso con el paso de los vehículos empeora, evitando con ello que los visitantes puedan transitar tranquilamente por esa importante vía de comunicación.
Por años sólo se han llevado a cabo trabajos de reparación en ese tramo de alrededor de 56 kilómetros; cuando pertenecía a Solidaridad y luego del paso del huracán “Wilma” en el 2005 fue cuando las autoridades de los tres niveles de gobierno invirtieron importante recurso para su reparación, colocando a la vez barreras en los tramos en donde el agua del mar se adentraba.
Y aunque desde esa fecha hasta la actual le han tirado material pétreo, ha sido escaso para el tramo, desde el Arco Maya hasta la comunidad de pescadores, más bien lo que han realizado es la nivelación de la carretera, a fin de que los baches desaparezcan, para estos trabajos las autoridades, en este caso municipales, invierten millones de pesos, trabajos que cada año el gobierno realiza, cuando menos dos veces para evitar mayor deterioro en esa carretera, a donde arriban turistas nacionales y extranjeros a disfrutar del paisaje natural, lugar rodeado de inigualable belleza, pese a estar invirtiendo millones de pesos no se resuelve a largo plazo la problemática.
Por lo pronto en este período vacacional que arranca mañana sábado, los prestadores de servicios temen no alcanzar ni los 80 puntos porcentuales, ya que desde ahora los visitantes observan el camino deplorable, por lo que deciden regresarse a Tulum, al temer que se dañen las unidades en que se transportan, que son mayormente de rentadoras.