Quintana Roo

Décimo viacrucis en la orilla del mar

Por Gerardo Reynoso

El Sábado de Gloria significó un gran momento de fe para el turismo religioso en Cancún. Con una inversión estimada de 280 mil pesos y más de 250 actores en escena, Playa Delfines vivió un día después la representación del viacrucis de Jesús sobre la arena

La ocasión fue especial, sin duda. Se trató de evento emotivo y lleno de fe, pues la carga emocional que significaba tener la décima representación consecutiva del pasaje religioso frente al mar, daba cuenta de un escenario natural creado, literalmente, por las manos de Dios.

Y es que de nueva cuenta se conjugaron el cielo, la arena, el sol y el mar para sentir la Pasión de Cristo bajo el color turquesa y la pureza de la fe católica, que, año con año, exhibe un mejor rostro en Cancún

Para celebrar la primera década del viacrucis de la playa -único en su tipo en México y América Latina- la producción invirtió más de 200 mil pesos y agregó nuevas escenas, tales como las tentaciones de Jesús en el desierto, aprehensión y muerte de Juan el Bautista, las bodas de Caná, la multiplicación de los panes y la entrada de Jesús a Jerusalén (o Domingo de Ramos).

Aunado a esto Ricardo Ruvalcaba Maya, quien personificó a Jesús, reflejaba la emoción por llegar a los 33 años de vida y por séptima ocasión tener el papel del primogénito de Dios frente al mar

Para Ricardo fue su última aparición, ya que después de 7 años deja el papel del hijo de la Virgen María. La edad de 33 años para el actor y director artístico de 250 actores en escena del 10° Viacrucis Viviente, es significativa, al ser la misma en la que murió Jesús en la Cruz, representaciones en las que aportó su propia pasión para llevar la fe más allá de la iglesia y postrar la misma sobre la arena con el cielo azul como principal testigo

Pese a que fue con un día de retraso, el viacrucis de la playa volvió a tener mucho público. Entre turistas y residentes de Cancún el aforo fue calculado en más de 5 mil espectadores.

Y es que en 10 años de la representación del viacrucis, se logró una gran evolución y grandes experiencias y vivencias, como lograr la madurez espiritual, crear una familia bajo el manto de Dios, ver a un niño crecer tanto física como espiritualmente e iniciar la primera obra con algunos actores y unas 100 personas de público, que esta vez, en cuestión de minutos, sumaron cinco mil.

La obra, que un atractivo a nivel internacional, al ser la única que se realiza en la playa con un espectacular fondo marino, tiene el principal objetivo de mostrar al mundo la vida y muerte de Cristo, sobre todo a las nuevas generaciones, y al mismo tempo promover el turismo religioso.