Por Gerardo Reynoso
Uber está a punto de obtener el permiso de operación en la zona norte de Quintana Roo y particularmente en Cancún, de acuerdo con fuentes oficiales del Instituto de Movilidad de Quintana Roo.
Uber solicitó un amparo en contra de las modificaciones a la Ley de Movilidad, hechas antes que la legislación entrara en vigor, con las que se añadió el requisito a las plataformas digitales de contar con concesión estatal para operar.
Al ser ésta aceptada por el juez, se suspende esta reforma y únicamente requiere la empresa un permiso, que ya fue solicitado, pero que el gobierno retrasará el plazo máximo posible, hasta el 8 de abril.
Uber es la única plataforma digital de transporte que ha solicitado permiso para operar en la ciudad; el resto de las empresas, como Cabify o DiDi, únicamente han enviado cartas de intención.
De hecho, todo indica que volverá a operar. Incluso en toda la ciudad – al igual que en redes sociales – han montado una campaña de publicidad para anunciar su retorno al Caribe mexicano.
La campaña anuncia directamente que regresará pronto y que se debe estar al pendiente. Aunado a esto, la plataforma se preparó y reabrió el Centro de Activación y Soporte.
Lo anterior se dio para iniciar el proceso de registro de socios conductores en un mes, aproximadamente. La empresa buscará brindar oportunidades de autoempleo que beneficien a miles de familias en el Estado.
Esto ocurrió a partir del 15 de febrero, cuando Uber comenzó con los preparativos para volver a operar y con ello registrar a nuevos socios conductores que operaban en el Estado y a todos aquellos ciudadanos que busquen una opción de autoempleo para comenzar a generar ganancias como socios conductores a través de la plataforma.
Como antecedente, cabe recordar que la plataforma digital de transporte promovió ante un juzgado federal en la capital del estado, un amparo en contra de las reformas a la Ley de Movilidad, del 11 de julio de 2018, que catalogaban a la plataforma como un servicio público sujeto a concesión, cuando han pugnado por ser reconocidos como un servicio privado, catalogado como Empresas de Redes de Transporte (ERT), que requiere de un permiso establecido por la propia ley.
El 5 de diciembre, un juez federal les concedió la razón y “suspendió” de forma definitiva la disposición de ser catalogados como un servicio de transporte público regido bajo el esquema de una concesión otorgada por el gobierno estatal.
De este modo, de obtener el permiso, Uber, que canceló sus servicios en Cancún el 27 de diciembre de 2017, podrá retomar operaciones en este centro turístico y su ciudad, en donde un millón de personas descargó la aplicación durante el 2018, lapso en el cual no ofrecieron sus servicios.
Su mercado estaba compuesto en 80 por ciento de turistas, 50 por ciento de ellos, nacionales y 30 por ciento, extranjeros. El mercado local abarcaba un 20 por ciento.
La trascendencia de la resolución del juez, que ubica a Uber como un servicio privado y no público, estriba en que a partir de eso se le aplican o no reglas diferentes y específicas de acuerdo con su modalidad.