De la Redacción
TULUM, 11 de mayo.- Como su centro de operaciones usan los miembros de los grupos criminales los terrenos de invasión en Tulum que ellos mismos crearon -aprovechándose de la necesidad de la población-, para la venta de drogas, guardar a peligrosos delincuentes y donde planean estratégicamente delitos de alto impacto, mientras que las autoridades de los tres niveles de gobierno siguen sin actuar en el marco legal.
En lo que va del año 2019 se han perpetrado 11 ejecuciones en el noveno municipio, de las cuales tres han sido dentro de estos asentamientos irregulares, mientras que los demás casos están vinculados a delincuencia que mantiene el crimen organizado en las invasiones.
Asimismo, el ataque más espeluznante ocurrido en pleno corazón turístico de Tulum fue el que se suscitó el pasado lunes 4 de marzo sobre la calle comercial “Centauro”, donde un solitario pistolero, proveniente justamente de las invasiones, fue a ejecutar a sujetos que dos días antes habían asesinado y lesionado a otro sujeto en la colonia irregular denominada “2 de Octubre”.
De igual manera, así como en su momento el líder criminal Antonio Palomo Pérez, apodado el “Maya”, controló los delitos en el lugar, Santana Ismael Perera Castro, con el alias de “Santana”, fue uno de los precursores y cabecillas que iniciaron las invasiones y desde entonces ha liderado y controlado diferentes delitos desde el interior de estas zonas.
El violento delincuente fue capturado el pasado 15 de febrero luego de cometer un asalto, pero en vez de que se devele la red de delitos que funciona al interior de las invasiones, la situación se ha agravado y los ataques son cada vez más cotidianos.
Cabe mencionar que fue hace el pasado 2 de octubre del 2016 que iniciaron estos movimiento, que en gran medida fue confabulado por el crimen organizado que ya visoreaba las invasiones como su base para orquestar diferentes delitos.
En contraste, las autoridades competentes no han actuado pese a tener pleno conocimiento que la incidencia delictiva ha provenido de la invasión de terrenos, la cual está disfrazada por la lucha de unos cuantos para tener derecho a vivienda.