Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 13 de mayo.- La debacle en el servicio de recolección de basura en Chetumal ha sido marcada por gobernantes como Otoniel Segovia Martínez, que no han mostrado el verdadero interés de mejorar la calidad de vida de las familias othonenses, sino que los beneficios sean personales o de grupo.
Aunque existen alrededor de 100 colonias en Chetumal, en donde habitan más de 200 mil habitantes, en ocasiones el gobierno municipal ha tenido sólo tres camiones recolectores, por la mala administración de los recursos públicos del gobierno municipal de Othón P. Blanco
Apenas hace unos 8 años la ciudad tenía alrededor de 22 camiones recolectores, pero con la administración de Carlos Mario Villanueva Tenorio, actual diputado local, empezó la debacle de este servicio.
Durante el gobierno de Eduardo Espinosa Abuxapqui mejoró el servicio e incluso se adquirieron camiones recolectores; sin embargo, a partir de 2016 Luis Torres Llanes dejó al borde del colapso este servicio.
Luis Torres y María Luisa Alcérreca, en el periodo 2016-2018, no adquirieron un solo camión recolector, aunque sí se presupuestaron, por lo que de contar al inicio de su gestión con unas 13 unidades operativas, al final de su periodo sólo se tenían alrededor de cinco prestando el servicio.
Al asumir Hernán Pastrana la Presidencia Municipal de OPB el servicio colapsó durante semanas, tuvieron que ayudar volquetes y camiones cañeros para que la ciudad no se mantuviera inundada de basura. El gobierno del estado tuvo que destinar recursos para rescatar esta situación, que se mantuvo hasta principios del presente año, cuando José Luis Murrieta Baustista, como alcalde interino tras la licencia de Pastrana Pastrana, firmó un contrato con la empresa Amex Eco Solutions, que ha resultado un verdadero fraude. La empresa tenía el compromiso de entregar 10 camiones recolectores e instalar una planta de transferencia en el basurero, pero nada de esto ha cumplido.
Aun cuando no cumple con el servicio, Otoniel Segovia, que acumula dos meses en el cargo, ha sido cómplice de las anomalías de la empresa veracruzana. Precisamente actos como contratar este tipo de empresas es lo que tiene a la ciudadanía carente de servicios públicos de calidad.
En consecuencia, hoy, en general, las unidades recolectoras están en mal estado y en riesgo de tener algún accidente, ya que circulan con las llantas lisas y aun así las envían a recorrer la ciudad.
Lo anterior es producto de la mala planeación del mantenimiento y de la priorización de gastos en otros rubros, y no en los servicios públicos durante la administración.