Para cualquier tipo de construcción en el municipio, el propietario debe contar con los permisos correspondientes y pagar sus respectivos impuestos, sin embargo, la remodelación de la palapa de la sección 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, fue pactada gracias a los favores que le hizo Víctor Kidnie de la Cruz al espurio Oscar Rosas González, y avanza en su construcción con normalidad.
No existe el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), que se puede corroborar ante la Dirección General de Impacto Ambiental (DGIRA), y se saquea y escarba impunemente la arena del lugar, pese a ser zona federal.
Asimismo, denuncias señalan que bajo el amparo de Celina Santos Alayola, directora de Desarrollo Urbano, el uso de suelo fue modificado sin la evaluación correspondiente para que a futuro, desde la “Palapa del Sindicato”, puedan salir camiones y se despache como sitio comercial de transporte para los trabajadores.
Por otro rubro de igual importancia, a la zona costera se está ingresando material pétreo y otros relacionados con la remodelación, que podrían causar impacto ambiental en el manto freático y que pasa desapercibido por la autoridad.
Mientras la construcción de la palapa continúa sin la supervisión, estudios pertinentes y acciones contra las posibles repercusiones, Víctor Kidnie resulta beneficiado para continuar con sus negocios turbios al interior del sindicato.
(Texto y foto: Redacción /
POR ESTO!)