Quintana Roo

Grand Island tendrá un World Trade Center

Por Eva Murillo

 

Los promoventes del monstruoso proyecto hotelero Grand Island Cancún - que a pesar de ser criticado en todas las esferas sigue avanzando en los trámites para poder empezar a construirse – ahora buscan erradicar ese nombre y empezar a promocionarse como un World Trade Center, sin embargo, nada de la propuesta hecha al inicio ha cambiado.

Miguel Angel Lemmus explicó, en entrevista telefónica hecha la tarde de ayer jueves, que no hay cambios en los metros cuadrados que ocupará cada sección del hotel ni en el número de habitaciones, pues en la primera etapa del proyecto se harán mil cuartos y en el transcurso de los años las otras dos mil, conforme a las necesidades que vayan presentándose.

Mientras estaba en España asistiendo a la Feria Internacional de Turismo (Fitur), Miguel Angel Lemmus, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), informó a POR ESTO! que el grupo inversionista obtuvo la franquicia de World Trade Center y con ella va a ofertarse como un gran centro de negocios con un “pequeño” hotel de mil habitaciones al lado, en su primera etapa.

No se trata, dijo, de buscar ser competencia con los centros de hospedaje que ya están, sino de ofrecer nuevos espacios para captar otros segmentos que están perdiéndose por no contar con lugares aptos para recibir grandes convenciones religiosas, médicas y de otros giros.

Tal como dice en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) el World Trade Center va a ocupar 10 mil metros cuadrados de terreno, señaló; es decir, que no hay cambios en las extensiones de cada área del proyecto, únicamente cambió la estrategia al referirse a este proyecto turístico. Pasó de ser el megaproyecto hotelero Grand Island Cancún a un World Trade Center con un pequeño hotel de mil habitaciones al lado, en una primera etapa.

Además, el presidente de la AMPI comentó que este “cambio” no ameritará el trámite de otras licencias de construcción o la modificación de la que ya les fue otorgada, pues el proyecto continúa igual.

La autorización que la representante legal de la sociedad BVG Word, S. A. de C. V., obtuvo de la Semarnat a mediados del 2019, es para el desarrollo de un hotel de tres mil habitaciones, el cual, según la dependencia federal defensora del medio ambiente, “es factible”, ya que es congruente y se ajusta a los señalamientos de los instrumentos de política ambiental aplicables al mismo.

El hotel fue planteado para desarrollarse en dos etapas principales, la primera es la construcción y apertura de dos mil habitaciones, lo cual aparentemente ya cambió, pues ahora se habla del centro de convenciones más mil cuartos.

En su segunda fase, dice el mismo estudio, contempla el mismo alcance para mil habitaciones adicionales, lo cual pudo haber cambiado, al hablar ahora de modificaciones en la primera etapa.

En total contempla tres mil habitaciones, 13 restaurantes, 9 snacks, 19 bares, un centro de convenciones, arena o teatro, spa, kids club, albercas, restaurantes al aire libre, lagoon island, entre otras.

 

Pasado ambiental

 

El lugar en donde van a construir las tres mil habitaciones tiene diversos impactos ambientales que datan desde años atrás, como la remoción de manglar y cambios de uso de suelo. En ese terreno hay al menos dos residencias aparentemente habitadas.

En noviembre de 2005 la Semarnat dio su aval a favor de Administraciones BVG, S. A de C. V., para  la remoción de 9.22 hectáreas de mangle y vegetación secundaria para el cambio de uso de suelo y la construcción del proyecto, en ese entonces llamado Desarrollo Residencial Lote 56, integrado por 94 casas de tres niveles y 20 residencias de tres niveles, 189 departamentos distribuidos en 21 edificios de cinco niveles cada uno, mil 120 departamentos distribuidos en 21 edificios de cinco niveles cada uno, con albercas, áreas verdes y estacionamientos.

En el 2011 la Profepa sancionó a la empresa por no contar con las autorizaciones para la remoción de vegetación y ordenó a Administraciones BVG, S. A  de C. V., obtener la correspondiente autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales de relevancia.

En fechas diferentes, los promoventes obtuvieron permisos para dragar, rellenar, hacer plantas de tratamiento de aguas residuales, introducir infraestructura de alumbrado y hacer puentes de concreto. Incluso se determinó la exención de autorización de impacto ambiental para la permanencia y operación de las obras de obturación total con materiales pétreos de los canales que comunican al espejo de agua con el Sistema Lagunar Nichupté y los lagos artificiales de los campos de golf colindantes.

En 2017 este proyecto motivó un punto de acuerdo en el Senado de la República para exhortar a la Semarnat, Profepa, Conagua y la entonces PGR, para que investigaran este desarrollo y verificaran que contara con los permisos correspondientes, dado el gran impacto ambiental que la construcción de este complejo inmobiliario tendrá en la zona y en el cuerpo lagunar Nichupté.