Por Olivia Vázquez
A partir de hoy, la hotelería del Caribe mexicano iniciará el descenso en la ocupación, con la salida masiva del turismo nacional que buscará trasladarse a sus lugares de origen en vísperas del inicio de clases. La ocupación hotelera tendrá un “valle” en estos 15 días y después aspira a repuntar con el turismo norteamericano que debe tener su mayor presencia en el destino.
El sector hotelero apuesta a que el crudo invierno empuje aún más la reserva de última hora de este segmento turístico, que por dos años ha mostrado una contracción en su ritmo de crecimiento por factores que se atribuyen a una política de ataque y de constante exposición de la inseguridad que priva en México, y que alcanza a tocar el éxito de este destino.
También la crisis del sargazo se ha sumado a la oleada de factores que en los últimos años han pegado a este crecimiento.
El año anterior, el turismo norteamericano reportó un ligero repunte en su flujo turístico sólo en la recta final del año, sin embargo, en esta inercia de crecimiento, este año se podrían sumar factores más preocupantes y que están relacionados con la política hostil que mantiene Estados Unidos con otros países y el proceso político que atraviesa.
El sector hotelero reconoce que estos factores podrían pegarle al destino en los siguientes tres meses del año, cuando se espera un flujo importante de turistas, pero este comportamiento se tendrá que ver conforme avance el año.
Al momento, Cancún reportará un valle en su repunte ocupacional, colocándose en niveles del 70 y hasta 75%, para aspirar a subir al menos al 80% en el resto de la temporada de invierno, donde la hotelería del destino anticipaba una reserva en esos niveles de operación.
De darse la perspectiva, el indicador permitiría que otros sectores productivos también reporten un buen trimestre, por lo que todo el sector turístico mantiene la perspectiva positiva para el primer trimestre del año.
En estos giros de negocios, parques temáticos, arrendadoras y delfinarios mantienen el indicador positivo y esperan que este flujo turístico se pueda compensar también con otros mercados.
La salida del turismo nacional, mientras tanto, le pegará más al sector de la hotelería del centro de Cancún, que depende de estas temporadas para llenar sus habitaciones, pero después se dará paso al turismo de negocios, que busca en estas habitaciones el confort para venir a cerrar operaciones comerciales.