Quintana Roo

Larga espera en el HG bajo el inclemente sol

Por Raimon Rosado

 

Largo tiempo de espera, sin un espacio para guarecerse del intenso sol y el calor y estrictas medidas restrictivas y preventivas para ingresar a visitar a hospitalizados o para recibir atención médica inaplazable, es el entorno que caracteriza la cotidianeidad de quienes acuden al Hospital General de Cancún “Jesús Kumate Rodríguez”, en cuyo estacionamiento avanzan los trabajos para poner en operación el módulo para la aplicación de pruebas COVID-19, que se espera comience a funcionar desde este miércoles, así como para la instalación de las tres carpas inflables de hospitalización para enfermos del nuevo coronavirus.

Debido al inminente avance hacia la tercera fase de contingencia, este hospital de la Secretaría de Salud de Quintana Roo registra drásticos cambios, pues acciones tan comunes como acudir a recibir atención médica, incluso por dolencias menores, un ingreso hospitalario o acudir a visitar a familiares ingresados en el lugar, son hoy tema complicado.

La restricción impuesta desde la segunda mitad del mes pasado, para el ingreso a las instalaciones del nosocomio se ha hecho más estricta, por lo que las decenas de personas que en otros tiempos se veía a las puertas o en las salas de espera, se ha  reducido a un puñado de menos de 50, en su mayoría, familiares directos de hospitalizados o pacientes, con un solo acompañante, que acuden por motivos inaplazables, como valoraciones por males crónico-degenerativos.

Edgar, quien esperaba sentado a un costado de la escalera del acceso principal del Hospital General, la hora de visita para ver a su esposa que la noche anterior dio a luz a su segundo hijo varón, mencionó que a pesar de que el acceso se abría a las 11:00 de la mañana, decidió estar ahí con más de una hora de anticipación, en caso de que “algo se ofreciera” y para seguir debidamente los protocolos de ingreso establecidos. Media hora antes de la hora indicada, una trabajadora del hospital, salió a la puerta para dar aviso de dichas disposiciones:

“Por favor, a quienes vengan a visitar a familiares, favor de formar una sola fila, siempre guardando sana distancia. Es por su bienestar y el de nosotros, ya que si no lo hacemos, las cosas se pueden poner peor de lo que están”,  dijo a quienes ahí se encontraban y puntualizó que “quien no guarde su distancia de al menos metro y medio para ingresar no se le permitirá el acceso”.

Previo a ello, las personas que requerían ingresar al edificio hospitalario debían pasar obligatoriamente, por un túnel de sanitización, instalado desde hace varios días, frente a la puerta principal y de ahí tomar su lugar en la fila.

Los escasos árboles y sombras que proyectan algunas estructuras del edificio son los únicos espacios para guarecerse del intenso calor de más de 30 grados que imperó durante mañana y tarde.

Mientras tanto, en otros tres sectores del estacionamiento del inmueble, unidades de  maquinaria pesada trabajan en su habilitación para instalar igual número de carpas inflables, para atender hasta un total de 250 pacientes, informaron autoridades de la Secretaría de Salud de Quintana Roo, quienes indicaron que en poco menos de 15 días deberá estar habilitada la primera de ellas.

En tanto, el módulo, frente al acceso del área de Urgencias, destinado a la aplicación de pruebas para detectar caos de COVID-19, donado por el Ayuntamiento de Benito Juárez, se encontraba instalado en aproximadamente un 90%, pues se prevé que a partir de hoy comience a dar servicio.