Por Karina Carrión
COZUMEL, 24 de abril.- Habitantes del poblado de El Cedral iniciaron las festividades religiosas en honor a la Santa Cruz con la Alborada, pero a diferencia de otros años, la alborada la celebraron en sus casas y sin tumultos por la pandemia del COVID-19, ya que las nocheras no quisieron que dicha celebración de los 172 años desde que don Casimiro Cárdenas inició con ella, se quedara en el olvido.
Prófugos de la violencia, un grupo de familias buscaron refugio en la Isla de Cozumel en marzo del año de 1848. En ese entonces, entre sus refugiados se hallaba un joven de nombre Casimiro Cárdenas, nacido en Tihosuco y vecino hasta el estallido de la revuelta del Poblado de Sabán; quien junto con su esposa Victoriana Tapia, encabezaban a un grupo de personas que huían en ese tiempo y que después se asentaron en el poblado Santa María que con los años fue rebautizado con el nombre de “El Cedral”.
Se dejó saber que habitantes del poblado de El Cedral, han estado organizando una serie de actividades religiosas, al menos por parte de los descendientes de don Casimiro Cárdenas, quien de acuerdo a la historia, fue quien llegó a la isla de Cozumel, huyendo de la Guerra de Castas, por lo que prometió que de salir vivo en ese entonces, celebraría cada año a la Santa Cruz, como se ha realizado hasta la fecha, destacándose en este sentido que el Ejido Villa Cozumel, le daría el nombramiento de custodios a la familia Cárdenas, para que formen parte del comité organizador de actividades religiosas durante sus diferentes generaciones como se ha estado conmemorando.
Por ello, y como parte de la preservación de las fiestas más centenarias del Estado dedicadas a la Santa Cruz, los cedraleños iniciaron la Alborada que en esta ocasión se había decidido que sólo participarían los habitantes y avecindados del poblado, pero ante la contingencia se determinó que no podría efectuarse, pero que en cambio se llevarían las Tres Cruces a casa de las llamadas nocheras, a fin de poder hacer el rezo prometido.
Sin embargo, por acuerdos del comisario ejidal y las familias cedraleñas y custodios de éstas, se determinó que cada quien en sus casas elaboraría un altar y así se realizaría la novena en casa de cada una de las nocheras, pidiéndose en esta ocasión por todos los enfermos del COVID-19, incluso resaltando que entre las peticiones de fe a la Santa Cruz, está el que pronto pase la pandemia para que puedan regresar a sus vidas habituales, mientras tanto, arrancó esta Alborada encabezada por el bastonero mayor de las fiestas, Eligio Cárdenas y demás vecino de El Cedral que desde sus casas aseguraron que celebrarán con devoción su compromiso de rezo.