Por María Luisa Vázquez
Si bien los municipios cuentan con el fundamento legal para actuar de manera autónoma y responsable en la basura generada por su población, deben cumplir en tiempo y forma con ciertos lineamientos, de no hacerlo, como es el caso de Benito Juárez, puede ser sancionado tanto administrativa como económicamente por las autoridades ambientales del estado.
Y es que en su artículo 53, la Ley para la Prevención de Gestión Integral de Residuos Sólidos de Quintana Roo, señala que el “Manejo Integral de los Residuos hasta su disposición final deberán realizarse sin poner en riesgo la salud de las personas y a través de métodos que eviten dañar al ambiente, en particular, evitando la contaminación de las aguas subterráneas, superficiales y marítimas, del aire o del suelo, además de la emisión de ruido y olores y sin atentar contra la fauna y la flora, los paisajes y lugares de especial interés ecológico, escénico o paisajístico”.
Lo anterior es prácticamente lo que está ya ocurriendo en el relleno sanitario de Cancún, que podría volverse incontrolable, como ocurrió a mediados del 2017, cuando el relleno sanitario colapsó y tuvo que depositarse a “cielo abierto”, ya que actualmente la única celda que está en función ya llegó al 90 por ciento de su capacidad.
El Artículo 112 refiere que las violaciones de dicha ley “constituyen infracciones y serán sancionadas administrativamente”, en este caso por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, a los que trasgredan la norma, con una multa que puede ir de los veinte hasta veinte mil días de salario mínimo vigente -actualmente Unidades de Medición Actualizada- en el momento de imponer la sanción.
Y es que la basura produce líquidos llamados lixiviados, que si no se controlan pueden dispersarse por el suelo e infiltrarse hasta llegar a los mantos acuíferos. Asimismo, produce gases que pueden tener importantes impactos sobre el medio ambiente y la salud de la población.
Luis Esquiel Orozco, ex presidente de la Barra de Abogados de Cancún cuestionó que la autoridad municipal esté paralizada con la emergencia sanitaria, cuando su obligación legal es garantizar la estabilidad de la ciudad, y el depósito de basura es parte de eso, o “están esperando a que el rellenos sanitario ya no tenga cabida para más basura y entonces ver qué hacer”.
Dijo que a éste como gobiernos anteriores de Cancún, ya se les hizo fácil esperar a que todo haga crisis, y no planear obras que necesita la ciudad.
Reconoció que si bien Cancún está en medio de una emergencia sanitaria, la autoridad también tiene que alistar su paquete de obras que son necesarias, como precisamente otro depósito de basura, que desde su punto de vista la ciudad debería dar un paso más grande a otro tipo de tecnología.
Actualmente en Cancún se generan, al día, unas mil 400 toneladas de basura, más 200 de los municipios de Isla Mujeres y Puerto Morelos, estos dos últimos no pagan nada por llevar su basura al relleno sanitario, en la Parcela 196, de la Zona Continental de Isla Mujeres, que se puso en servicio en 2013, y donde actualmente funciona la tercer celda.
El gobierno de Cancún, al año, destina un gasto de alrededor de 200 millones de pesos para pagar por el servicio de recolecta y manejo del relleno sanitario a la empresa Intelligencia México y Promotora Inmobiliaria Mahahual.