Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKÍN, QUINTANA ROO, 6 de abril.- Decenas de fieles católicos celebraron en casa el Domingo de Ramos. Esta mañana de forma privada, encerrados por la amenazada del coronavirus, pero renovando la fe en el hijo de Dios, que aseguran los protegerá de esta enfermedad que va flagelando a la humanidad por todo el planeta.
Es un Domingo de Ramos que jamás será olvidado por los habitantes que profesan la religión católica; son momentos en que la fe es puesta a prueba por la pandemia que atraviesa el planeta, y que a pesar de ello aún existen personas que viven su día alejadas de Dios.
La iglesia católica pidió a sus fieles poner ramas verdes en puertas, ventanas y balcones, para celebrar este día la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén para dar comienzo a su Pasión y Muerte en la cruz.
Este día da comienzo a la Semana Santa. Es conocido con este nombre ya que las ramas de olivo fueron puestas en el camino de Jesús cuando ingresó montado en un asno.
Este domingo se pudo observar varios domicilios con ramas verdes en las puertas, donde las familias celebraron este importante día, escuchando la misa en la radio, siguiendo las transmisiones por televisión o por las redes, acatando las indicaciones de quedarse en casa por la contingencia del COVID-19.
La iglesia católica realizó la mañana de ayer una misa en privado, a puertas cerradas en las que estuvieron unas cuantas personas que acompañaron al sacerdote, además dejó en las puertas del edificio religioso las palmas ya bendecidas para que los católicos que pasaran pudieran tomarlas y llevarlas a sus hogares.