Un total de 8 afanadoras son violentadas de manera económica por la empresa Retimar Servicios Integrales, la cual presta su servicio de limpieza al Hospital General de Chetumal, así como a otros centros médicos de Quintana Roo.
De acuerdo con la declaración de las agraviadas, la empresa se demora hasta cinco días o más en pagar sus respectivas quincenas a las trabajadoras, las cuales son amenazadas con ser despedidas en caso de que denuncien la situación, de acuerdo con sus testimonios.
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Con base en la declaración de una de las agraviadas, cuya identidad prefirió mantener en anonimato por temor a represalias, las acciones de la empresa han vulnerado la calidad de vida de las trabajadoras que necesitan pagar de manera mensual el arrendamiento de sus casas o bien proveer los servicios básicos y los alimentos en sus hogares.
La trabajadora señaló que es una situación angustiante, ya que han pasado días sin dinero, por lo que se han endeudado a base de préstamos, así como han limitado sus alimentos y transporte ante la falta de recursos.
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Asimismo, otra trabajadora reveló que la situación ha ocurrido desde los siete años que ha laborado en el centro médico.
Destacó que el hospital no es responsable de la problemática, no obstante, señaló que debería haber empatía por parte de los directivos del instituto, pues gracias a su constante trabajo las instalaciones permanecen limpias y salubres.
Señalaron que el año pasado hubo una huelga de casi una semana para presionar a los responsables: “No nos ven como personas o como cualquier otro trabajador. No por ser trabajadoras de limpieza merecemos que nos traten mal o nos vulneren de ese modo.
El año pasado hicimos huelga, y creímos que así se acabaría esta injusticia”, alegó una de las trabajadoras. Cabe destacar que un hecho similar sucedió en el poblado de Kantunilkín en agosto del 202, luego de que la empresa Retimar pagó la primera quincena del mes de agosto a las afanadoras de la región, no obstante, dejaron sin pago a más de 20 afanadoras de diversos centros médicos en comunidades rurales.
Por lo que las trabajadoras del Hospital General hicieron hincapié en que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, pues se trata de sus derechos laborales y merecen un trato digno.