La venta ilegal de medicamentos en tianguis se realiza abiertamente y sin supervisión sanitaria, pese a tratarse de un delito federal que representa un serio riesgo para la salud pública, práctica detectada en un recorrido.
En mercados ambulantes de las Regiones 103 y 23, así como en la zona de Tierra Maya II se comprobó la comercialización de fármacos en puestos semifijos, sin permisos oficiales ni condiciones adecuadas de higiene y resguardo.
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Durante un recorrido de POR ESTO! se constató que los productos estaban expuestos al sol, colocados sobre lonas, sin refrigeración ni control de caducidad, en clara violación a la Ley General de Salud, la cual prohíbe expresamente su venta en tianguis, bazares, módulos móviles, incluso, a través de redes sociales.
A pesar de la normativa, la actividad persiste sin una presencia de personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ni sanciones visibles, señaló Octavio Alcocer, médico general, quien alertó sobre la falta de vigilancia en estos espacios.
Algunos ciudadanos reconocieron que recurren a estos puntos por motivos económicos. María López, vecina de la Región 103, afirmó que adquiere analgésicos y antibióticos en el tianguis porque “cuestan hasta la mitad que en una farmacia; con mi ingreso no puedo pagar consulta y medicinas”, dijo.
De manera similar, José Ramírez, trabajador eventual de la construcción, admitió conocer la ilegalidad, pero aseguró que cuando uno se enferma y no hay dinero se compra lo que encuentra. “Aquí no piden receta y es más barato, parece que no nos permiten enfermarnos”, expresó.
Los señalamientos ciudadanos también indican la comercialización masiva de medicamentos a través de redes sociales. En Facebook y WhatsApp operan grupos cerrados donde se ofrecen antibióticos como diclofenaco, amoxicilina, azitromicina y cefixima, sin prescripción médica ni control sanitario.
Uno de estos grupos, identificado como “Madres que quieren comprar antibióticos sin receta”, cuenta con al menos 263 integrantes. Las transacciones se concretan mediante mensajes privados, depósitos bancarios y envíos por paquetería, sin garantía sobre la autenticidad de los productos.
En los tianguis de la Región 103 y Tierra Maya II se detectaron al menos dos puestos ofreciendo fármacos. Los vendedores se negaron a informar si cuentan con permisos, reciben supervisión oficial o el origen de los medicamentos.
Paloma Ortega Cuervo, secretaria general de la Unión de Tianguis y Comerciantes Ambulantes del Estado de Quintana Roo A.C., reconoció la detección de dos adultos mayores vendiendo medicamentos, a quienes se les solicitó retirarse, aunque admitió que suelen reinstalarse en otros puntos.
Indicó que se solicitó la intervención de la Cofepris y que a partir del domingo 28 de diciembre se llevarán a cabo operativos de inspección en los tianguis de Cancún. Aclaró que los organizadores no tienen facultades para otorgar permisos ni regular la venta de medicamentos o pirotecnia.
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Hasta el cierre de esta edición, la Cofepris en Quintana Roo, encabezada por Jaime Torres Viveros, no emitió postura alguna, pese a tratarse de una infracción reiterada. También se desconoce si en los 65 tianguis que operan diariamente en Cancún esta práctica ocurre de forma sistemática.
El doctor Octavio Alcocer advirtió que adquirir medicamentos en la vía pública expone a la población a productos robados, caducos, alterados por el calor o etiquetados como “Prohibida su venta” o “Uso exclusivo del Sector Salud”.
Además, subrayó que la venta sin receta promueve la automedicación, resistencia a antibióticos y reacciones adversas severas.
La legislación federal contempla penas de cinco a 15 años de prisión y multas económicas por la comercialización irregular de fármacos. “Aun así, la práctica continúa. El bajo costo explica la demanda”, expresó.
Agregó que mientras no haya inspección ni castigos, el ahorro inmediato seguirá imponiéndose al riesgo sanitario.