Quintana Roo / Cancún

Ciudades ricas, sueldos pobres: Trabajadores hoteleros de Cancún y Riviera Maya exponen las condiciones laborales

Hoteles lujosos caracterizan a Cancún y la Riviera Maya, pero contrastan con los salarios bajos
Mientras una noche en un complejo cuesta hasta 24 mil pesos, trabajadores perciben pagos muy por debajo de lo aceptable / Rodolfo Flores

Detrás del brillo turístico de Cancún y la Riviera Maya, miles de trabajadores enfrentan una realidad de bajos sueldos, jornadas extensas y condiciones laborales poco favorables. Mientras una noche en un hotel puede alcanzar los 24 mil pesos, un empleado del sector apenas percibe entre 7 mil y 10 mil pesos mensuales.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Finanzas Individuales (ENSAFI) 2024, un quintanarroense necesita en promedio 14 mil 500 pesos al mes para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, cocineros, meseros, camaristas, stewards y personal de lavandería ganan mucho menos, además de estar fuera de casa más de 12 horas diarias, lo que afecta su convivencia familiar.

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Trabajadores del sector turístico y comerciantes, afectados por la temporada baja

Juan, trabajador en el área de ropería de un hotel en la Riviera Maya, gana 3 mil 800 pesos por quincena. Vive con su esposa y dos hijos en Villas Otoch, en Cancún. “Siempre hay pagos pendientes. No está permitido enfermarse ni faltar porque te descuentan”, comenta. Mientras él percibe 7 mil 600 pesos al mes, una sola noche en el hotel donde trabaja cuesta 24 mil.

Juan Carlos, cocinero A con 13 años de experiencia, afirma que su salario es de 6 mil pesos quincenales. Aunque reconoce que es bajo, lo considera una mejor oportunidad frente a lo que ganaba en Chiapas. Otros, como David Sebastián, optaron por salir del sector: tras seis años como camarista, emprendió en la reparación de autos. “Aún no estoy al cien, pero era momento de iniciar algo propio”, dice. Padre de gemelos, cuenta que sus jornadas eran de hasta 12 horas sin incremento salarial.

Los turnos son de más de 12 horas, sobrepasando los marcados por la ley

Cristina, madre de dos hijos, trabaja como steward en un restaurante del Aeropuerto de Cancún. Relata que su esposo “se fue como mago” —desapareció—, y desde entonces cría sola a sus hijos. Gana 10 mil pesos mensuales. “Afortunadamente mi madre me apoya, porque las jornadas superan las ocho horas”, señala.

Según datos de Talent.com, el salario promedio en Cancún es de 96 mil pesos anuales, es decir, unos 8 mil mensuales. Los puestos de entrada ofrecen 64 mil al año, mientras que los mejor pagados llegan a 180 mil. Sin embargo, los empleados afirman que esas cifras están lejos de su realidad: muchos reciben el mínimo diario de 278.80 pesos, y sólo las propinas permiten elevar sus ingresos, dependiendo del puesto y la temporada.

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Empleados de hoteles de Cancún, los principales quejosos por el bajo pago de utilidades

Un estudio del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) sostiene que Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres ofrecen el segundo salario base más competitivo del país, con 545 pesos diarios, sólo por debajo de Baja California Sur. Sin embargo, trabajadores del sector hotelero aseguran que su paga real no supera el salario mínimo estatal.

La mayoría enfrenta extensas jornadas que inician oficialmente a las 7:00 a.m., pero se alargan hasta las 8:00 p.m. por tareas adicionales, sin pago por horas extra. Además, se les impone un día de descanso sin goce de sueldo, lo que disminuye su ingreso quincenal. Estas condiciones ya han generado inconformidad: recientemente, empleados del hotel Golden Parnassus se manifestaron para exigir mejores pagos, respeto a sus derechos laborales y jornadas justas.

Por las bajas percepciones, muchos se autoemplean para ganar un extra / Rodolfo Flores

En diciembre de 2024, el Senado aprobó la “Ley Silla”, que obliga a empleadores a proporcionar sillas con respaldo o permitir pausas a quienes trabajan de pie por tiempos prolongados. Esta disposición busca prevenir daños físicos y aplica especialmente al sector turístico y comercial, donde la bipedestación es constante.

Mientras las asociaciones hoteleras organizan ferias de empleo mensuales y aseguran que existe un déficit de personal, los testimonios revelan que la verdadera causa del abandono laboral es la precariedad que viven quienes sostienen, con jornadas agotadoras, el lujo que miles de turistas disfrutan cada día.