Quintana Roo / Cancún

Adicciones en jóvenes y adolescentes en incremento: Registran más de 800 casos en Cancún

En lo que va del año la incidencia de consumo de sustancias tóxicas y violencia subió un 30%.
El grupo etario de 14 a 19 años es el que presenta mayor riesgo de sufrir deterioro emocional y socia; ante la problemática las autoridades han implementado talleres
El grupo etario de 14 a 19 años es el que presenta mayor riesgo de sufrir deterioro emocional y socia; ante la problemática las autoridades han implementado talleres / POR ESTO!

Enfrenta la ciudad un incremento preocupante en los casos de jóvenes y adolescentes afectados por adicciones y violencia. De acuerdo con Marisol Sendo Rodríguez, titular del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Benito Juárez, estas problemáticas se han incrementado hasta en un 30% durante el último año, principalmente en personas de entre 14 y 19 años, quienes presentan un mayor riesgo de sufrir deterioro emocional y social.

Alrededor de 850 jóvenes reciben atención psicológica o tratamiento por consumo de sustancias a través del Instituto Municipal contra las Adicciones y el DIF. Estos casos incluyen desde consumo ocasional de marihuana o alcohol hasta adicciones a drogas sintéticas, muchas veces acompañadas de entornos de violencia familiar, relaciones de pareja abusivas o abandono escolar.

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Según datos preliminares del DIF, seis de cada 10 casos atendidos por violencia en jóvenes tienen origen en el entorno familiar, seguido del de relaciones afectivas.

Los varones tienden a ser más propensos al consumo de sustancias, mientras que las adolescentes presentan con mayor frecuencia cuadros de ansiedad, depresión y violencia psicológica.

Las autoridades municipales han reconocido que la salud mental y la prevención de adicciones se han convertido en los principales retos sociales en Benito Juárez.

En respuesta, el DIF ha puesto en marcha acciones como la “Feria de la Construcción de la Legalidad y la Paz”, realizada recientemente en la Universidad Politécnica de Quintana Roo. Esta actividad busca fortalecer la conciencia juvenil a través de charlas, dinámicas recreativas, orientación emocional y canales de denuncia.

Especialistas en salud mental y representantes de organizaciones civiles han advertido que los recursos disponibles son insuficientes para atender la demanda. En muchos casos, los jóvenes deben esperar semanas para recibir seguimiento o bien no cuentan con el acompañamiento integral que requieren sus contextos familiares o sociales.

En algunos casos, el consumo deriva por sufrir violencia familiar, relaciones de pareja abusivas o abandono escolar / Especial

Entre las alternativas saludables que promueve el municipio hay talleres de autoestima, actividades deportivas, círculos de expresión emocional, capacitación para el empleo y orientación vocacional. A pesar de ello, su alcance es limitado y no todos los sectores juveniles tienen acceso regular a estas opciones.

El reto no sólo radica en atender las consecuencias, sino en fortalecer la prevención. Organizaciones comunitarias y redes de apoyo juvenil han señalado la necesidad de invertir más en espacios seguros, asesoría escolar, campañas sostenidas de salud mental y políticas públicas con enfoque en juventudes, afirmó Miguel Ángel Sánchez Tovar, asesor del Fiscal General del Estado en materia de Prevención del Delito y Adicciones.