Sólo unos días después de la aparición de un delfín muerto cerca de la bahía de Chetumal, este jueves se registró el hallazgo de otro delfín sin vida en la bahía de Calderitas, aunque en este caso se trata de una cría de una semana de nacida; esta situación vuelve a encender las alarmas entre los habitantes, pues les preocupa que se esté suscitando algún fenómeno al interior de la bahía que esté afectando a las especies marinas.
El hallazgo tuvo lugar frente al restaurante “Xel-Há”, ubicado en la zona costera del ejido de Calderitas y se trató de un ejemplar de un metro de largo y un peso de entre 15 a 20 kilos, el cual fue encontrado por habitantes que se encontraban en los alrededores y se percataron de la presencia del cadáver al interior del agua, tras lo cual rápidamente dieron aviso a las autoridades para que acudieran al lugar de los hechos.
Luego del reporte, personal especializado del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal se presentó en el sitio para realizar las diligencias correspondientes y llevar a cabo los primeros análisis del cuerpo sin vida; de manera preliminar, se presume que puede tratarse de una muerte perinatal, debido al tiempo de vida y las condiciones en que fue encontrado el delfín, sin embargo, los expertos procederán a realizar la necropsia correspondiente donde se determinarán las causas precisas de la muerte.
No obstante, los mismos especialistas señalaron que la muerte del delfín no debe considerarse un hecho aislado mientras no se cuente con toda la información acerca del fallecimiento, porque la muerte de animales recién nacidos es un signo de alerta biológica, por lo que es necesario realizar investigaciones profundas, así como reforzar las medidas de protección ambiental en la bahía, teniendo en cuenta que es el segundo caso en que se encuentra un delfín muerto en menos de una semana.
Cabe recordar que en meses pasados también se presentaron casos de manatíes muertos en la bahía de Chetumal y de Calderitas, por lo que las muertes recientes de los delfines podrían ser consecuencia de algún desequilibrio ecológico en el ecosistema marino de la bahía, derivado de la contaminación, el ruido submarino, así como la presencia de embarcaciones en la zona.