
El “caballero pobre” es un postre yucateco de origen colonial que recuerda al “pan francés” pero con un giro propio de la Península, muy preparado principalmente en la temporada cuando bajan ligeramente las temperaturas en la región.
Durante muchos años, los caballeros pobres, que llevan ese nombre porque se les considera uno de los postres más baratos que se pueden elaborar, eran infaltables en las fiestas y reuniones familiares.
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Llegaron a ser tan populares, que incluso formaban parte de la oferta de muchos pequeños negocios y tendejones, tanto de la capital yucateca, como en el interior del estado.
Sin embargo, actualmente sólo se les encuentra en algunos puestos ambulantes de los mercados municipales y en restaurantes especializados en cocina yucateca, aunque es fácil de preparar con los siguientes ingredientes:
Cinco barras de pan francés de varios días, 125 mililitros de leche, 125 mililitros de leche condensada, 1 cucharadita de vainilla, 5 claras batidas a punto turrón, 1 cucharada de aceite. Para el almíbar un litro de agua, tres clavos, 1/2 taza de pasitas, 1 raja de canela y 1 ½ taza de azúcar.
Preparación
- Cortar el pan de manera diagonal
- Mezclar las 2 leches y la vainilla
- Pasar el pan uno por uno por esta mezcla, capearlo con las claras
- Poner a freír, se escurren y se reservan
- Dejar enfriar
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Para el almíbar hay que hervir el agua con todos los ingredientes a fuego medio sin dejar de mover hasta que espese, durante 30 minutos aproximadamente.
Dejar enfriar y acomodar los caballeros pobres dentro de un refractario, agregar el almíbar frío y refrigerar aproximadamente una hora.