La industria avícola nacional está “ahorcada” por las prácticas comerciales que ha permitido el actual gobierno mexicano, ya que ingresan piernas y muslos de pollo EE.UU. a precios “dumping” (por debajo de los precios de producción), así como pechugas de Brasil sin aranceles, por una cuota abierta desde el 2012, en perjuicio de los productores. Podríamos estar creciendo al 5 por ciento anual, pero con esa política no se puede”, dijo César Quesada Macías, presidente nacional de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
En entrevista con POR ESTO! el miércoles, durante su visita a Yucatán, el también empresario avícola planteó que la sanidad y la exportación son las prioridades de la industria nacional; ayer publicamos la parte de sanidad con miras a que EE.UU. certifique a la Península como posible exportadora de productos avícolas y hoy abordamos el área comercial.
“Tenemos la amenaza o yugo, por un lado, de las piernas y muslos de EE.UU. y, por otro, los cupos de importación que en el 2012 de manera unilateral abrió la Secretaría de Economía a la importación de 300 mil toneladas de carne de pollo de cualquier parte del mundo, tengamos o no tratado comercial; eso fue por un razonamiento equivocado de la Secretaría de Economía de desabasto por amenaza de influenza aviar y se abrió la puerta de enfrente al principal productor de pollos, de maíz y soya que es Brasil, es un súper productor con el que no tenemos tratado y el 75 por ciento de las pechugas que están llegando son de Brasil. Todo se dejó en manos de Economía y no se quiere ver la realidad”, dijo.
Recordó que el 80 por ciento de las piernas y muslos que se importan provienen de EE.UU.
La UNA representa a la avicultura comercial del país, lleva 60 años al igual que la Asociación de Avicultores del Sureste. Se reúne con las asociaciones regionales que son las que agrupan a las empresas avícolas. Quesada Macías es presidente desde abril del 2017 y finaliza en abril del 2019.
Referente gremial
“La organización ha sido referente gremial y lo ha logrado porque los avicultores son segundas o terceras generaciones de las empresas avícolas en el país; somos competencia afuera, en el mercado, pero hay unidad por el bien común; del consumo de proteína de los mexicanos, el 38 por ciento es de pollo y 17 por ciento del huevo, en conjunto el 55 por ciento, esto es que 6 de cada 10 kilos que se consumen son de pollos y huevos.
“En el 2012 el proceso legal y la instancia comercial reconoció que había ‘dumping’ de las piernas y muslos de EE.UU. y se fijaron aranceles, pero la Secretaría de Economía no las impuso, está cooptando el crecimiento, porque podríamos crecer más”, dijo.
Recalcó que están sometidos a la competencia desleal por EE.UU. y por Brasil, ya que sus costos de producción son menores a los de México.
Enterados
La actual situación comercial ya fue puesta en la mesa del próximo titular de la Sagarpa, Víctor Villalobos, y confían en la política del nuevo gobierno para lograr la autosuficiencia alimentaria.
El actual gobierno ha argumentado que el consumo crece más rápido que la producción, pero recalcaron que es el mismo gobierno el que impide el crecimiento al avalar las prácticas desleales de comercio.
“Ya hemos solicitado y buscado reuniones con el próximo titular de la Secretaría de Economía, pero no hemos tenido respuesta, quien también lo sabe es el próximo director de Ganadería de la Sagarpa. Con la Sagarpa siempre ha habido una buena relación, pero ha ido perdiendo fuerza política, en la renegociación con EE.UU. se dejó en la mano fría de Economía, de un economista; a la Sagarpa le diluyeron sus responsabilidades, esperamos que recupere la autonomía y la fuerza política”, dijo.
¿Y sus desechos?
Con respecto a los desechos avícolas, comentó que el manejo es de recolecta de excremento, que es casi sólido, se somete a proceso térmico y sale como tierra, que se usa para fertilizar.
La huella hídrica es de cada kilo de carne, se emiten 3.6 kilos de CO2, en huevo es 3.4, cuando en res es de 26 kilos, en borregos es de 25 y cerdo en 5.7.
El reto y la península
Recalcó que la industria avícola en la región es altamente competitiva, tiene el reconocimiento en sanidad y trabaja en aumentar la producción de pavo comercial y que no sólo sea para fin de año, pero también para ampliar sus horizontes comerciales a la exportación, ya que logísticamente le resulta caro llegar al Centro del país.
El reto para la industria es seguir creciendo a pesar de las barreras comerciales y acceder a los mercados internacionales, concluyó.
(Verónica Martínez)