Jorge A. Franco Cáceres
Introducción
Entendidos como resultado de procesos que producen daño o destrucción patrimonial, es decir, como producto de acciones deficientes en proyección espacio-territorial, utilidad sociocultural y calidad medio-ambiental, los deterioros graves por descuido y abandono de los paisajes urbanos han proliferado en la ciudad de Mérida. No cabe duda que son consecuencia de decisiones que proceden con desacierto integral por falta de habilidad u omisión política.
Los casos se multiplican por todos los rumbos desde hace 30 años: lotes baldíos, edificios ruinosos, calles inservibles, lámparas dañadas, redes enmarañadas, drenajes inútiles, múltiples basureros, etc., ocasionando que el monto de las pérdidas patrimoniales en los sectores urbanos aumente según el deterioro de las condiciones que padecen las poblaciones vecinales. La imposibilidad de gobernanza democrática sobre los espacios-territorios en situaciones de deterioros paisajísticos graves, es uno de los peores resultados de esta ecuación no planteada y menos resuelta por el modelo metropolitano de crecimiento urbano.
Crecimiento de deterioros urbanos graves por descuido y abandono
El aumento de las contradicciones paisajísticas en la capital yucateca está en función de los problemas urbanos no planteados y menos resueltos en el modelo de crecimiento imperante. A decir verdad, las mismas causas estructurales de la pobreza extrema y la destrucción ambiental de los entornos vecinales de Mérida, están detrás de los actuales deterioros graves de los paisajes urbanos.
Los problemas urbanos siguen creciendo por los elevados niveles de pobreza y de marginalidad existentes, por la creciente concentración de la propiedad del suelo urbano, por la escasez de alternativas de soluciones de vivienda segura y económicamente accesible para los más pobres, por el desarrollo ilegal y desordenado de los sectores urbanos, por el uso inapropiado del suelo y de los recursos naturales, etc. En los últimos años, por el aumento de la migración hacia Mérida y por la corrupción que ha facilitado, entre otras cosas, que se construyan segmentos inmobiliarios ajenos a la ciudad integrada.
Entre los factores causantes de problemas urbanos determinantes de los deterioros paisajísticos graves en Mérida, se pueden mencionar:
–Impactos imprevistos del crecimiento económico, especialmente inmobiliario.
–Crecimiento urbano presuntamente planificado, pero con incipientes niveles de control institucional.
–Tendencias crecientes hacia la concentración urbana y empobrecimiento de la población vecinal.
–Presencia de construcciones con escaso nivel de correspondencia con las condiciones urbanas existentes.
–Existencia de condiciones integrales de deterioro urbano por todos los rumbos de la ciudad.
Las tendencias actuales de crecimiento de los deterioros paisajísticos y los pronósticos sobre los efectos patrimoniales de los mismos, especialmente debido al descuido y abandono de las políticas oficiales, explican por qué los problemas urbanos vinculados con la vulnerabilidad social y con la susceptibilidad ambiental, son causantes de las mayores preocupaciones vecinales de los sectores urbanos.
En este contexto, el conocimiento teórico y la evaluación ponderada de los deterioros paisajísticos graves, así como el mejoramiento de las condiciones de resiliencia urbana y desarrollo sostenible de los territorios vecinales, deben apuntalar la gobernanza democrática hacia los siguientes objetivos:
–Comprender los deterioros paisajísticos como fenómenos integrales y holísticos.
–Profundizar en la identificación, evaluación y análisis de los deterioros paisajísticos de forma inclusiva y con enfoque de derecho.
–Propiciar la gestión prospectiva de los deterioros paisajísticos graves en el contexto del desarrollo sostenible, buscando reducir los factores subyacentes de los mismos.
–Orientarse al incremento de la resiliencia social y territorial.
A pesar de todo lo señalado en este artículo, para los últimos gobiernos municipales –en especial para los dos anteriores– y, por tanto, para los institutos de planeación y las oficinas de administración, la prevención municipal y la acción ciudadana contra deterioros paisajísticos no ha sido un tema importante en Mérida. Por ello, con excepción de lo que se intenta en unas pocas fachadas y algunos baldíos, este sistema es casi inexistente en Mérida y lo poco que hay de él está concentrado en labores elementales de mantenimiento y limpieza.
Conclusión
A pesar de lo que se diga de modo demagógico, se vislumbra el avance de la decadencia urbana debido a que las políticas oficiales ignoran la proliferación de deterioros paisajísticos graves vinculados a carencias poblacionales asociadas a déficits en empleo, alimentación y salud, y a los perjuicios patrimoniales relacionados con abusos del suelo, la energía y el agua.
No cabe duda que el principio de solución a estos problemas urbanos está vinculado, ante todo, con el nivel de conciencia y de cultura de planificación integral y sostenible de los autores de las decisiones públicas y privadas, y, desde luego, los tipos de gobernanza que impulsan desde sus plataformas.