PROGRESO, Yucatán, 23 de noviembre.- Como un barco navegando por todos los mares, buscando el que ofrezca salir de tantas turbulencias y tener una seguridad para llegar a su destino, así parece estar el país en las actuales condiciones, eventos y problemas que se viven.
Para la mayoría del pueblo es una situación por la que nunca había pasado el país, que además de preocupar y de hacer sufrir, es estar sin saber qué le espera a cualquiera que se le pregunte sobre cómo estamos en estos momentos.
Es muy difícil que haya una respuesta porque se escucha de todo, y lo más seguro es que no se vea algo para que México esté en las condiciones en que ha vivido en la mayor parte de la historia, pues hoy, por todo lo que se ve, se siente, se pronostica y por esta situación, no sabemos qué nos espera.
Unos predicen lo que va a suceder otros viven como les permite el momento y la mayoría, confundidos, como ya dijimos, la probabilidad de que sigamos con las dudas de que México en su futuro no tengamos señales inmediatas de que salgamos de todo ese caos en situaciones que nos ofrece el momento.
Pues qué nos puede consolar con esperanzas si todo lo que vivimos en estos momentos, no es necesario mencionarlo, son efectos de muchos males en los que hemos caído como problemas políticos, principalmente la corrupción, por los efectos que sufrimos, la pobreza, la caída de los principales recursos un México en las peores condiciones de su historia, luchas que parecen guerreras, debilitación de la población por tantas muertes, crímenes, matanzas colectivas, asesinatos, por un cambio moral de los sectores, de pérdida del camino por donde debe irse, por el robo descarado del dinero del pueblo, de accidentes, de engaños, timos, carestía, esclavitud, sometido el pueblo a adquirir los productos básicos a precios cada día más elevados y pruebas de que ya no tenemos lo principal y unos políticos que son los que quieren o tratan de cambiar la situación, tienen que salir a pedir auxilio para que tengamos lo necesario, droga y enfrentamientos por el control de lo que al parecer nos ha sepultado en otros grandes problemas, accidentes con muertes todos los días, sismos, inundaciones y otros eventos naturales, y todavía mucho más es la verdadera situación que se vive.
Es por ello que no sabemos qué nos espera para una situación más o menos para despejar los efectos de tantos males y muy difícil que el barco en vez de buscar el mar por donde navegar con seguridad, no se pueda buscar el verdadero camino para la tranquilidad pese a que tenemos ejemplos de que cuando México ha caído en problemas muy grandes políticos, económicos, sociales y morales, se ha luchado para que México recobre su verdadera forma de vivir por ser un pueblo que desde su independencia ha buscado las formas de su tranquilidad, seguridad, de trabajo, de unión y hermandad, como en el caso de las revoluciones en que se ha tenido que luchar.
Se logrará esto o sólo hay proyectos, ofrecimientos, unión y poder vivir en un México que siempre ha tenido de todo para evitar la pobreza y tener seguridad y tranquilidad para que podamos disfrutar de esos momentos que todos esperan y que seamos un pueblo generoso, sin gente mala que prefiera la ruina del país y que caiga en tantos males como hoy que se ha llegado al caos.
¡Arturo! ¡Maravilloso!
Cuando estaba en su apogeo el ciclismo en Progreso, las personas que hicieron mejor uso del vehículo fueron los hermanos Milán González, Nachito y Arturo, incluso Nachito, en los carnavales y paseos de este puerto, adornaba sus bicicletas de una manera muy original, haciendo diversas imitaciones. El “carrito alegórico” era la atracción cada año de los festejos. Arturo, con sus bicicletas fue otra cosa. Las usaba para “hacer circo” en las calles. Muchas veces el público se deleitó viendo al respetable don Arturo haciendo giros, subiéndose a la montura, o de un salto “trepando” a las banquetas más altas de la ciudad.
Fueron dos polos distintos, Nachito, el artista, el hombre creativo que hacía de su bicicleta un castillo o un barco, y Arturo, el acróbata, que hacía circo por las calles con el pedal. ¡Maravilloso! Gritaba en esas épocas la gente, cuando el ciclista de un salto ponía la bicicleta sobre las banquetas más altas ¡Maravilloso, Arturo!
Apostaba a su favor, y ganaba
Los aficionados al béisbol y al billar tienen gratos recuerdos de la actuación de Edilberto Frías Alonso, “El Pinoles”, quien fue un excelente pítcher y número uno para manejar el “taco” en los salones donde se jugaba “Chicago” y carambola.
Alineó en los mejores equipos de este puerto en los campeonatos de la Liga Peninsular de Béisbol y, cuando decidió correr suerte en la Liga Mexicana, también tuvo lucida actuación por su dominio en los lanzamientos.
Cuando subía al montículo lo hacía siempre con la certeza del triunfo y tenía tanta confianza en esto, que apostaba a favor de su equipo y en la mayoría de las veces se llevaba la apuesta.
Como billarista, ya lo dijimos, estaba considerado como uno de los más brillantes de Yucatán.
Se puede decir que fue un profesional en esos juegos y también apostaba a su favor. Los aficionados le llamaban para que participara en algún evento, ya sea pitcheando o midiéndose con alguno de los más destacados billaristas y también apostaban a su favor y, para hablar con la verdad, mucha gente ganó “buena lana” a “sus costillas” por ese don que trajo de triunfador en las competencias. Claro que en ocasiones estaba de mala suerte y le tocaba cargar con el revés, pero en su historial hubo más victorias que derrotas.
Incluso, de niño tomaba parte en concursos de “balero” y “yoyo” que se organizaban en los teatros y casi siempre salía ganador. Todavía se le recuerda con simpatía, porque “El Pinole” fue una figura espectacular en el deporte.
Los Ojitos
¡Qué bonito par de ojitos
aquellos que están allí,
siquiera que me los dieran
para ya quedarme aquí!
Dicen que cargo pistola
yo también cargo puñal,
nos tiramos tiro a tiro
nos tiramos a chi…
nita por tu amor
la vida me han de quitar
vale más morir peleando
que yo dejarte de amar.
Del libro El color de su cabello
Aprenda cada palabra y su significado antes de profundizar en el colorido
Antes de leer una página más, familiarícese completamente con cada una de las palabras y frases que siguen, porque constituyen la terminología empleada en los anuncios de tintes y los artículos de las revistas; son, también, los términos usados por su peinador, son, en fin, los vocablos que componen el lenguaje nuevo y especial del colorido del cabello.
Para evitar, confusiones -o lo que sería peor, errores-, usted deberá comprender y estar familiarizado con este idioma.
Aclarador: agente químico para decolorar.
Aclarar: despigmentar el cabello sin poner color.
Este procedimiento es lo mismo que “decolorar”.
Acondicionamiento: operación de sanear y mejorar la textura y apariencia del cabello, haciéndolo mucho más suave, lustroso y dócil.
Cenizo: un tono pálido o frío (opuesto a los calientes y brillantes) como “rucio cenizo”.
Concentrado: cualquier preparado que debe diluirse (casi siempre en agua), antes de usarse.
Corrección: colorear o decolorar, con tinte o decolorante, el pelo que ha crecido. A esto también se llama “retoque”.
Corteza: el segundo estrato de un tubo piloso, que contiene el pigmento que le da al pelo su color natural.
Cubierta: un método de colorear el cabello. Los enjuagues que permanecen sólo durante un rato en el cabello, los crayones y atomizadores, todos dan color al pelo cubriéndolo. Este, también, era el principio de las tinturas pero, en estos últimos años, han sido reemplazados y superadas, por nuevos productos que colorean el pelo permanentemente, por medios químicos. (ver “penetración” y “tinte”) preparado no cambia radicalmente el color del cabello (sus efectos son más leves y sutiles), pero da cuerpo y reflejos muy brillantes a la mayoría de las cabelleras. Algunos de estos champús colorantes, emparejan el color natural del pelo.
Dar reflejos: proyectar luz, como la que recibe y refleja la faceta de una piedra preciosa, en un peinado.
Decolorar: Aclarar el cabello quitándole la pigmentación.
También se llama “decolorante” al agente químico usado para despigmentar.
Eliminación: suprime el color artificial del pelo, es, con frecuencia, un método correctivo. No debe ser confundido con los procedimientos de colorado o el aclarado.
Eliminador: preparado que suprime un color artificial ya sea por medio de una nueva coloración o de la decoloración.
Cuando el municipio tuvo su música para alegrar
Anécdotas
Bandas de música para mantener la alegría
Las autoridades sabían que para mantener el ánimo del pueblo se necesitaba alegrarlo con música y eventos culturales.
Fue así como desde los primeros años de este puerto (fundado el 1º de julio de 1871), el Ayuntamiento sostuvo su banda de música para las audiciones y retretas en el parque Zaragoza (luego se llamó Independencia) en el centro de la ciudad.
En realidad, era poco lo que le costaba al municipio una orquesta de maestros en comparación con el gran estímulo que ofrecía a los pobladores.
La primera orquesta fue formada por el maestro Wenceslado Encalada y, posteriormente, estuvieron al frente de la misma, don Everardo Concha, don Enrique Trujeque, don José González (padre de los Pipirín) y otros que espontáneamente tomaban la batuta, pero nunca dejaron de tocar en el parque las bandas hasta los años 40, cuando se disolvió por falta de pago del municipio a sus miembros y porque los viejos músicos desaparecían poco a poco.
El arte fue una de las principales características del puerto en otros tiempos; no se abandonó en los momentos difíciles.
Fue así como disfrutó el pueblo de una banda de música completa en 1917, bajo la dirección de don Enrique Trujeque, constaba de 25 elementos que devengaban en conjunto sueldo mensual de $938, ni a mil pesos llegaba el gasto del Ayuntamiento por concepto de la banda.
Los domingos, el parque mostraba un aspecto de gran fiesta porque todo el mundo iba al parque con sus trajes de estreno. El grupo de gente acomodada giraba en el centro de dicho parque y la gente humilde, en la parte exterior.
Fueron inolvidables esos festivales dominicales que tanto placer llevaba a las familias progreseñas.
Cuando cerca de Progreso se quiso abrir pozos petroleros
Capítulo
Instalaciones petroleras para impulsar la industria
Con el tiempo habrá qué pensar para darle impulso a la industria yucateca, y fue en la administración de Salvador Alvarado cuando se instaló en este puerto el primer centro petrolero del Estado.
En realidad se necesitaba el combustible para la operación de los trenes que estaban en su mejor época y fue así como se escogió el puerto de Progreso para instalar los depósitos, al sur de la ciudad.
El 4 de marzo de 1917, el Ayuntamiento concedió autorización a la Compañía de Fomento del Sureste de México para levantar la estación entre las calles 33 y 35 y 24 y 28, o sea en las manzanas 29, 30, 43 y 44.
Fueron en principio dos grandes tanques de petróleo, una planta de bombas, una refinería, escapes del ferrocarril y un oleoducto hasta el muelle Benito Juárez.
Se decretó a favor de la misma compañía la expropiación de los terrenos (toda el área que hoy ocupan el estadio de fútbol y los campitos Arena y Arenal, donde fue levantado el edificio de Bachilleres, por razones de utilidad pública.
El importe de los terrenos fue depositado en la tesorería municipal, en virtud de que los propietarios pedían un precio muy alto. Fueron de la propiedad de los Sres. Sara Rivas de González, Luciano Canché, Virginia Bacelis, Domingo Bacelis, Alegría Llanes de Maldonado, Paulina y Julián Haas, Magdalena y Dionisio Dzul, Francisca Rodríguez, Asunción Prado de Loría, Roberto Rubio, Manuel, José María, Luis Adolfo, María de la Mercedes, María del Pilar, Tomasa Ambrosia, Leandra y Matilde Carvajal Sánchez, Tomás J. Agüero, Justo Pastor Peraza, Fabián Sansores y Cirila May.