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Yucatán

'Al chalecazo”: trabajo hecho de mala gana

Por Roldán Peniche Barrera

Antiguo dicho que data del siglo XIX, según ramos y Duarte, si bien en su diccionario de mexicanismo cambia “chalecazo” por “chaleco”:

Chaleco (al) (D.F.) loc. A ufo, a la fuerza, porque le dio la gana.

En la Ciudad de México, como puede verse, se prefiere, o se prefería, emplear simplemente la expresión “al chaleco” en vez de “al chalecazo”. Pero nosotros en Yucatán nos inclinamos más por la segunda. Aparte, existe una pequeña diferencia en el uso. Allá se dice de algo que se hace a la fuerza, y por acá, nos referimos a algún trabajo o tarea que se hace de mala gana. Sí hay cierta similitud, pero no del todo.

No lo mencionan Rodríguez Cimé ni tampoco el DRAE de esa manera.

Mas vayamos a un ejemplo:

-Le he visto a usté un poco molesto, don Julián.

-Un poco es poco ¡molestísimo! El asunto es penosos, mi Yorch.

-Nos’toy enterado jefazo…

-Porque estuviese de farra con el Mulix la semana pasada…

-Bueno, no exagere: me invitó a su changarro y nos tomamos unas cuantas “frías”…

-Dichoso tú, querido secre, dichoso tú… pero yo…

-Sí, diga, jefazo. Cuente, relate o boquee, pero diga algo.

-Pues resulta que quise agasajar a un grupo de los 17 sabios en el “México Lindo” por ser el mes de la patria y le pedí al “chulo” Andresito que me trajera a algunas de sus “damas de compañía” para el festejo, y molesto porque lo desperté de su siesta me va trayendo a unas rucas más feas que Lucho, lo que le reclamé de inmediato.

-No hizo bien su trabajo… salió del paso.

-No, Yorch… ¡lo hizo al chalecazo!

LAS FIESTAS PATRIAS

Por Jorge Parra Zapata

Recientemente, en la Academia Peninsular de Arte y Literatura Elly Marby Yerves, el culto y eximio abogado D. Adolfo Góngora López dictó una interesantísima plática respecto a las fiestas patrias, y nos dijo que en realidad el grito de Independencia se dio en la madrugada del 16 de septiembre de 1810 en virtud de que la conspiración había sido descubierta, por lo que se tuvo que adelantar la fecha de la guerra de Independencia, la cual estaba planeada para el mes de diciembre de ese año.

Los hechos se dieron en la siguiente forma: el 13 de septiembre al ser descubierta la conspiración, la corregidora de Querétaro, doña Josefa Ortiz de Domínguez, envía a dos emisarios a San Miguel El Grande y a Dolores a dar la noticia de que la conspiración había sido descubierta, el 14 de septiembre Hidalgo se entera de los rumores de que la conspiración había sido descubierta y manda a llamar al militar Ignacio Allende para comentar acerca de esos rumores, Allende llega a Dolores el 15 de septiembre y se entera que Hidalgo se encontraba en una fiesta en casa de un gachupín, esto posiblemente para despistar; esa noche Allende duerme en casa de Hidalgo y le manifiesta su desacuerdo en dar inicio a la guerra de Independencia, pero a las dos de la madrugada del 16 de septiembre llega el emisario de Josefa Ortiz de Domínguez y es en ese momento cuando Hidalgo se levanta y lanza su famosísima frase: “Señores no nos queda más remedio que ir a coger gachupines”. Desde ese momento Hidalgo se pone al frente del movimiento.

El susodicho abogado Góngora dijo: “Esa madrugada empezaban a llegar campesinos al mercado para vender sus productos agrícolas, por lo que el cura Hidalgo tuvo que decir al menos dos o más gritos de Otomí, Purépecha o Náhuatl, pues había campesinos que no hablaban en español.

(Concluirá mañana)

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