Ariel Sánchez Gómez
La mayoría de los casos donde se da una tragedia como las acontecidas en los últimos días y en la que jóvenes se privan de la vida o sufren algún accidente repentino, la familia nunca se lo espera y muchas veces se está tan feliz, el gozo es parte de disfrutar lo que se tiene, se dice que gracias a la suerte, se tiene lo necesario para vivir bien y existe armonía, que Dios es bondadoso y les regala salud, trabajo y una familia.
Sucesos como los ya descritos en notas anteriores en este medio de información y que por cierto, en sus comentarios en las redes sociales algunas personas han vuelto un tema tan trillado, porque quizá desconozcan mucho sobre el contenido del mismo, desvirtuando cuanto puedan escuchar o leer; Unos amigos platicaban entre ellos, que “detrás de una situación tan grave e irreparable, siempre habrá un motivo o una razón muy fuerte” y que los que tanto nos conocemos entre familia, definitivamente sabremos qué los induce a tomar ese último paso para darle fin a ese problema que creen no tener solución. Desgraciadamente lo entendemos o asimilamos demasiado tarde. Una de ellas expresó y cuestionó ¿pero qué padres pueden abrigar en sus mentes que un hijo va a tomar esa decisión? Nunca y ni por un mínimo instante, ha de cruzar en sus mentes perder de esta manera a un ser querido.
Todos los que aman y seguirán amando a quien deja este mundo por circunstancias que debemos respetar y sobre todo por sus familias, expresan en diversos medios y de manera personal, con enorme sentimiento y sufrimiento, su incredulidad, su consternación y la no aceptación a lo que a la vista está expuesta. La gran mayoría de todas estas personas, quisieran que el tiempo pudiera regresar, que todo sea un sueño y que al despertar sólo sea una mala pesadilla; la realidad es que la vida que sigue no será igual, habrá tantos momentos de reflexión sin respuesta, lo idóneo es un mayor acercamiento entre los demás miembros de la familia, recordar los momentos gratos con ese querido, buscar apoyo emocional y aceptar que hay cuestiones que no están entre nuestras posibilidades de evitar.
Hay una frase de Facundo Cabral que alienta, aunque sabemos que no sana, “No perdiste a nadie, el que se fue, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos, además lo mejor de él o de ella, es que su amor sigue en tu corazón”.
Los jóvenes de la actualidad y también los mayores que se encuentran fuera de contexto o no se ubican en la realidad, en lo referente a cómo aprender a vivir y asumir el papel que les corresponde dentro de esta sociedad, leen y analicen lo que dice Khalil Gibran: “tu vida no está tan determinada por lo que la vida te da, sino por la actitud que sientes ante la vida. No tanto por lo que te pasa, sino por la manera en que tu mente ve lo que pasa”.
El psicólogo clínico Jorge H. Martínez Vega sostiene que “no eres tu foto de perfil, ni los ‘me gusta’ en tus estados. No eres los seguidores de Tumblr, ni tus amigos de Facebook. No eres la ropa que usas, ni el celular que tienes. No eres las notas que en la escuela obtienes, ni el número de personas que conoces. TU ERES TU; eres tu sonrisa, tus gestos, tu mirada, tus sentimientos y pensamientos. No te aflijas por lo superficial, ni dejes que te atormenten con lo que aparentas. Recuerda, vales demasiado. Tanto que para conocerte son necesarias semanas, meses, años. ¿Por qué hacer caso a gente que sólo conoce lo superficial de ti?”
La autoestima es el valor más importante en el conducir de las personas, en nuestros jóvenes no está bien cimentada y por ello caen en situaciones de riesgo, trabajemos sociedad en general por hablar con ellos de que son ganadores desde su concepción.