PROGRESO, Yucatán, 27 de marzo.- Diariamente el mercado municipal inicia sus actividades alrededor de las 05:00 horas, con la descarga de mercancía y todo lo que necesiten los locatarios.
Martín Chan Esquivel a sus 70 años es conocido popularmente como el “Torero”, quien desde hace más de tres décadas es utilitero en el mercado municipal.
En su triciclo de carga hace todo tipo de servicios a los locatarios del mercado municipal. Todos los días realiza mandados de todo lo que le asignen.
Por eso dice que es todo un utilitero en la central de abastos del municipio, trabajo que realiza con la llegada de los carniceros y se retira hasta después de las 16:00 horas, pero si hay más trabajo sigue su labor.
El “Torero” como se le conoce popularmente, es originario de Telchac Pueblo, desde muy corta edad comenzó a trabajar en los ranchos, le gustaba torear y se percató que tenía facultades para ese arte.
Don William León (+) torero de su pueblo, fue quien le enseñó algunas suertes, por lo cual a las 16 años juntó unos pesos y le confeccionaron su traje de luces, prestó una capa y debutó como torero.
Debido a que las fiestas de los pueblos son cada año y continuó trabajando de peón en el rancho y comenzó a torear en los pueblos circunvecinos, con su maestro, que armaba el cartel con toreros de varias localidades.
“Con el paso de los años conocí a la que fuera mi compañera Felipa Cruz Estrella (+), quien me dejó cinco hijos, Francisco, Joel, Santiago, Ana María y Felipe”, dijo.
“Todos son personas de bien y con mucho esfuerzo logré crecerlos, pero mi esposa me condicionó para que fuera mi novia que dejara la muleta y la espada y se acabó mi carrera en la fiesta brava”, agregó.
“En una etapa de mi vida tuve problemas con el alcoholismo y debido a eso se me complicó con mis cataratas, hasta llegar al grado de estar a punto de perder la vista, pero encontré apoyo en el programa de Alcohólicos Anónimos y me retire de este mal que lacera a muchas familias de muchas partes de nuestro país”, señaló.
“En el mercado municipal mi trabajo es descargar camiones de las mercancías que llegan al zoco, después me dedico a todo tipo de servicios como son el pago de recibos de agua potable, de energía eléctrica, reparo lo que me asignen, soy todo un “jaranchac” en lengua maya, o como me dicen ahora un utilitero”, sostuvo.
“A mis 70 años me considero una persona fuerte. Cuando llegué al mercado habían otros utiliteros, pero varios se han retirado por la edad y otros fallecieron”, indicó.
“Muy consiente que en la vida estamos de paso, seguro estoy que llegarán otros utiliteros al mercado, desde luego más jóvenes, porque la vida funciona de esta manera, pero hoy el mercado es mi fuente de trabajo donde siempre hay lugar para los que tenemos ganas de hacerlo”, finalizó.
(Julio Jiménez Mendoza)