Miguel Hidalgo y Costilla no sólo nos dio la independencia, sino que destacó un conjunto de valores que tienen una gran importancia en la historia de nuestro país, la solidaridad, la justicia social y el aprecio por el conocimiento y el trabajo, afirmó el Secretario de Investigación, Innovación y Educación Superior (SIIES), Bernardo Cisneros Buenfil.
En presencia de la Secretaria General de Gobierno, María Fritz Sierra, el funcionario fue el único orador en el homenaje por el 266 aniversario del natalicio del Padre de la Patria en la primaria y la colonia que llevan el nombre del Cura de Dolores.
“El Padre de la Patria, de espíritu libre y valeroso, impulsó y valoró elementos centrales de nuestra democracia el día de hoy. Fue un gran humanista que abolió la esclavitud y que eliminó los impuestos injustos que tenían que pagar las castas y los indígenas del país”, dijo el funcionario.
“Ejerció con vigor la libre expresión de las opiniones públicas. Y hoy su legado nos deja un país soberano, más equitativo y con absoluta libertad de pensamiento, de expresión y de creencias para los mexicanos”, afirmó en presencia del magistrado Ricardo Avila Heredia, presidente del Tribunal Superior de Justicia, y del diputado Miguel Candila Noh, representante del Poder Legislativo.
“Por el enorme significado de toda su vida y obra es que es importante honrar con profunda admiración la memoria de este gran héroe nacional; por todo ello, debemos mantener vivo el espíritu libertario y patriótico, así como sus enseñanzas sobre la importancia del conocimiento, del saber y del trabajo como caminos esperanzadores para construir mejores vidas en lo individual y un país productivo, próspero y lleno de oportunidades para todos los mexicanos, en lo colectivo”, expuso Cisneros Buenfil.
Unidad nacional
Señaló que, en este día, exaltamos la memoria del Padre de la Patria y aprovecho sus enseñanzas para recordar que, para un pueblo unido, nada es imposible. Que en la unidad nacional podemos atrevernos a soñar cada vez sueños más grandes y mejores en donde juntos consolidaremos un país más justo, más productivo y más próspero”.
Refirió que nuestro México es una gran nación, multicultural y multiétnica, que pasó por 300 años de gobierno virreinal y que, a través de sus grandes luchas, logró convertirse en un país independiente y próspero, somos la décimo quinta economía más grande del mundo, en donde hoy habitamos más de 120 millones de personas, donde compartimos cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio y en donde se hablan, además del español, 68 lenguas indígenas, entre ellas la maya.
Recordó que Hidalgo nació en la hacienda de Corralejo en 1753, hace 266 años, y se convirtió en el cura de la congregación de Santa María de los Dolores, cercana a San Miguel el Grande en la intendencia de Guanajuato.
Relató que era un hombre con un gran prestigio intelectual y académico, que hablaba varios idiomas como el inglés y el francés, hablaba latín, y aprendió el otomí, el náhuatl y algo de purépecha. Era querido y respetado en su comunidad, tanto por hacendados y comerciantes como por los labriegos, los mineros y los indígenas.
Dijo que Hidalgo se acompañaba en sus múltiples recorridos de gente de alcurnia, pero también de los indígenas más pobres y harapientos, lo que le permitió desarrollar una visión clara y acertada sobre las necesidades de las personas, por lo que su vida y obra constituyen, sin duda, el original y más sólido cimiento de la identidad y de la nacionalidad mexicana, de esta gran Patria que tanto nos enorgullece e inspira.
Educación y saber
“El cura Hidalgo entendió la importancia de la educación y el saber como un reto para empoderar a las personas, para hacerlas dueñas de su futuro, de un mejor futuro, y a lo largo de su vida introdujo talleres de diversos oficios, promovió la cría del gusano de seda y la apicultura, y a escondidas, de manera clandestina, el cultivo de la uva, que era una actividad reservada para los peninsulares”, dijo.
Señaló que fue un hombre emprendedor que manifestaba en hechos la importancia del trabajo como fuerza de transformación y mejora, y así fue como estableció una fábrica de loza por ahí, telares por allá y, más allá, carpinterías y pozos artesanos.
Las angustias de la clase trabajadora y la clase media podían superarse con conocimiento y trabajo en condiciones de libertad y equidad. Y decidió pelear por ellas. En la madrugada del 16 de septiembre hizo repicar la campana de Dolores para convocar a hombres y mujeres a luchar por la Independencia, lucha que le costó la vida y que culminó en hacernos personas libres, ciudadanos de un país soberano, finalizó.
Al concluir el discurso las autoridades colocaron una ofrenda floral y los niños de la primaria volvieron a clases luego de que entonaron el Himno Nacional Mexicano. Fritz Sierra, acompañada por la subsecretaria Carmita González, atendió a varias personas que fueron a entregarle solicitudes para el Gobernador Mauricio Vila Dosal. En la ceremonia estuvo el ombudsman Miguel Oscar Sabido Santana.
(Rafael Gómez Chi)