Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
No es yucatequismo pero se usa entre nosotros.
Dice el DRAE:
MARRANADA s.f. Fam. Cosa hecha de forma chapucera o sucia. SIN: marranería. 2. Fam. Acción indecorosa o grosera. SIN. marranería.
Los otros diccionarios no lo mencionan.
Aquí en la península se lo hemos escuchado a mucha gente, desde los encumbrados hasta los miserables.
Vamos por un ejemplo:
-Oye, Yorch ¡qué calor está haciendo!
-Tremendo, jefe Juliano… tremendo. ¡No lo aguanto!
-Casi no duermo y estoy “empalideciendo”.
-No. Ud. no es “cara pálida”… Tiene buen semblante.
-Sí, pero ya no aguanto ni la hamaca ¡Hay que hacer algo!
-¿Cómo qué?
-Mira, secre. Vamos a reunir aquí en Moncho’s a la mayoría de los sabios, alquilamos un camión y nos vamos al puerto.
-¿Al puerto?
-Sí hombe… a refrescarnos con un buen baño de mar. Avísale a don Antuán, al museólogo, al capitán…
-¿Son todos?
-No, diles también al poeta Elman, al tío Pascual, al Salo…
-¿A quién más?
-Al Chucho López, al Gasolina, al juglar Celis…
-Muy bien, jefe. Apuntado. ¿Invito al Mulix?
-¡Ni maíz paloma! A ese no…
-¿Y por qué?
-La otra mañana que estuve en su antro, me hizo una “marranada”.
-¡Uy…!
Poesía joven de Yucatán
Haikus
Juan Manuel Góngora Briceño
Rocío madrugador
¡Empápame!
Oye mi clamor.
¡Nos amamos con locura!
Perdimos los sentidos,
Nunca alcanzaré esa altura.
¡Y por fin sentirás volar!
¡En la eternidad dimensional!
¡Fluye y sueña al despertar!
Las palabras son insuficientes.
Tú eres permanente en mi universo,
Eres las galaxias más fluentes.
El final ha llegado, amor mío,
Otro camino tal vez exista,
Para caminar sin frío. ¡Lo ansío!