VALLADOLID, Yucatán, 9 de julio.- La plaza de Sisal es uno de los lugares más antiguos de nuestra ciudad; antiguamente no es como ahora la conocemos; era de césped natural y las calles que la circundan eran de tierra, nada más en esta plaza se hacían las festividades al Divino Redentor que hasta las corridas de toros se hacían allí en honor a él y la gente de los distintos barrios de la ciudad asistían a comprar su choco-lomo.
Hay que recordar que en esos tiempos no habían colonias ni fraccionamientos, por lo que la ciudad estaba todavía en evolución, cuando no eran las fiestas del santo patrono de este barrio de Sisal. Esta plaza servía como campo de béisbol y de softbol... allí se jugaban campeonatos de estos deportes y allí se conocieron a los grandes peloteros de esta ciudad.
Enmarca a esta plaza el imponente ex convento de San Bernandino de Siena, aquí en esta plaza desemboca así mismo la Calzada de los Frailes, también está la fábrica de hielo, la más antigua de esta ciudad y que todavía sigue funcionando; a un costado esta la Jurisdicción Sanitaria No. 2, local donde funcionó el primer hospital general de esta ciudad, el molino y tortillería “La Sisaleña” que todavía existe.
Con el paso de los años Valladolid fue cambiando. Esta plazoleta le dieron otro aspecto y tuvo otra fisonomía urbana, sin embargo no dejo de ser hermoso, pues es un lugar acogedor con sus matas de hules que sembró Don Rubén Alcocer (+) quien fue habitante de este barrio y que ahora, dichas matas han crecido demasiado y le dan un frescor a buena parte de esta plaza, en esta plaza también en esta plaza está el nombre emblemático de esta ciudad con sus letras grandes como en otras ciudades y lugares de México.
Por lo que ahora es muy visitado por el turismo nacional y extranjero que llega a esta ciudad y que visita Sisal y el ex convento de San Bernardino de Siena. Valladolid ha ido creciendo y evolucionando con el tiempo y el barrio de Sisal y su plaza también un lugar digno de visitar y admirar por el turismo que a diario nos vista. ¡Bienvenido a Valladolid, Pueblo Mágico!
(Manuel Vázquez Rivero)