Con el levantamiento de la Ley Seca
El Dr. Jorge Zavala Castro, investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, pronosticó que con el levantamiento de la Ley Seca que decretó el Gobierno del Estado se dispararán entre un 15 y 25 por ciento los casos de COVID-19, en un plazo de 15 días.
Entrevistado vía telefónica debido a las circunstancias de la contingencia, dijo que la perspectiva es desalentadora e incierta, pues no se aplican suficientes pruebas y, por ende, no se sabe cuál es el panorama real, lo que se suma a los pacientes asintomáticos que no son detectados y a las conductas de la gente que muchas veces no son las adecuadas.
Insistió en que levantar la Ley Seca no es una buena medida porque la gente ha demostrado que no acata las medidas de prevención, además de que la situación del encierro sigue siendo estresante.
Añadió que, primero, habrá que ver si se cumple a cabalidad con la venta a domicilio, porque la venta directa a las personas constituye un riesgo. Además, dijo que los ciudadanos que tengan cerveza o licores, seguramente aprovecharán para reunirse.
Abrir una ventana
“Abres una ventana con quitar la Ley Seca y la gente no hará más que aprovechar esta ventana y creo que el escenario será más complejo y lejos de bajar la curva de contagios creo que va de manera ascendente y esta acción hará que se eleven los casos en un 15 ó 25 por ciento más en unos 15 días”, expuso.
Precisó que no se tratará de un “rebrote”, sino que la curva continuará en ascenso.
Dijo que el panorama es complejo, además, por la situación sanitaria y el sistema de salud del país, que se agudiza con los recortes que ha aplicado el Gobierno Federal y la cancelación de becas a estudiantes de posgrado, por ejemplo.
“Creo que toda esta situación que vivimos refleja la debilidad de años del sistema científico y que los gobiernos le han invertido más a la importación de ciencia y tecnología que a la producción de la misma”, dijo.
Recortes
Por ende, dijo que los recortes al gasto corriente que anuncia el Gobierno Federal y que le pegarían a la ciencia, así como los recortes a becas, afectan una inversión que de por sí es deficiente, pues en México se destina a ciencia y tecnología una mínima parte del PIB, incluso por debajo de lo que invierten otros países de América Latina, como Brasil, Argentina, Chile o Colombia.
Agregó que esto incide no sólo en la producción de ciencia, sino en la preparación de nuevos científicos, los cuales se necesitan para enfrentar escenarios complejos como el que actualmente se vive por el COVID-19.
Lo grave, dijo, es que lo que está sucediendo con el coronavirus puede pasar con otros virus nuevos o conocidos, y son temas que no se resuelven rápido o con la idea de una vacuna que gira en torno al coronavirus, porque esto lleva un tiempo, 4 ó 5 años de pruebas médicas, biológicas y epidemiológicas para ver su eficacia.
“No hay inversión, pero tampoco hay programas permanentes de apoyo a la ciencia y que no sean sexenales, pero también arrastramos un problema de salud en México que está relacionado con enfermedades crónico degenerativas”, dijo.
Externó que se necesitan más acciones de prevención, como una mejor educación en salud, brigadas sanitarias locales, una mayor vigilancia epidemiológica, así como un buen registro de datos en las diferentes problemáticas de salud, entre otras acciones.
(David Rico)