La apacible mañana en la llamada “Ciudad Amarilla” se interrumpió por un incidente poco común que rápidamente captó la atención de turistas y habitantes. Un búho de considerable tamaño quedó atrapado en una de las ventanas del histórico convento de San Antonio de Padua, lo que movilizó a los cuerpos de emergencia.
El hecho ocurrió durante las primeras horas del día, cuando el ave nocturna, presuntamente al intentar entrar o salir del edificio colonial, quedó enredado en la malla protectora instalada para evitar el ingreso de aves al recinto religioso. Fueron vecinos y visitantes que recorrían el amplio atrio, uno de los más grandes del mundo y principal atractivo turístico de Izamal, quienes notaron al animal en evidente estado de angustia.
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La rápida difusión del hecho llevó a que se notificara a las autoridades locales, que de inmediato coordinaron la llegada de personal especializado. Minutos después, elementos del Cuerpo de Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) arribaron con el equipo necesario para efectuar un rescate en altura.
La operación se concentró en liberar al búho con extremo cuidado, dadas tanto la delicadeza de la especie como la complejidad de la estructura histórica. Tras varios minutos de maniobras controladas, los bomberos lograron retirar parte de la malla y asegurar al ave, que fue entregada de inmediato a personal de rescate animal.
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Hasta entrada la noche, las autoridades no emitieron un reporte detallado sobre el estado del búho, aunque se informó que mostraba signos de estrés por la situación. Se espera que, una vez confirmado su buen estado de salud, sea liberado en una zona segura y alejada del centro urbano, para favorecer su retorno a su hábitat natural sin riesgos.
Después del incidente, la gente continuó con sus actividades normales y fue el tema de plática en los distintos puestos de comidad y lugares de compras que funcionan en el Centro de la localidad, caracterizada por sus cerros y vistosa por el colorido de las viviendas, en generalidad de color amarillo, de ahí se desprende su nombre de “Ciudad de los cerros” o “amarilla”.