El Gobierno del Estado, a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Yucatán), realizó en Casa Otoch una ceremonia significativa de restitución de derechos, en la que 10 niñas, niños y adolescentes que estuvieron temporalmente bajo resguardo institucional regresaron con sus familias de origen o con redes de cuidado familiar.
Se trató de un acto profundamente humano y trascendente, que representa el objetivo más noble de los sistemas de protección: garantizar que cada niña, niño y adolescente crezca en un entorno seguro, responsable y afectivo.
En la ceremonia encabezada por la presidenta honoraria del DIF Yucatán, Wendy Yamile Méndez Naal, se contó con la presencia del gobernador Joaquín Díaz Mena; la directora del DIF, Shirley Castillo Sánchez, y el director de Casa Otoch, Walter Mena González.
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También, el procurador de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes del Estado, Francisco Javier Santos Mendoza Aguilar, quienes atestiguaron el inicio de una nueva etapa para los menores reintegrados a un ambiente familiar fortalecido.
Trabajo sensible
Méndez Naal destacó que cada egreso representa el resultado de un trabajo interinstitucional constante, sensible y profundamente comprometido con la infancia.
“Hoy es un día muy especial para todos en Casa Otoch. Estas niñas, niños y adolescentes regresan a una red familiar que ha sido acompañada, fortalecida y preparada para recibirlos, cuidarlos y guiarlos. Su regreso no es sólo un cierre; también es la confirmación de que el amor, la protección y el esfuerzo compartido transforman vidas”, expresó.
Agregó que el objetivo final del DIF nunca es la permanencia prolongada en un centro de asistencia, sino la reconstrucción del vínculo familiar cuando ello es posible y seguro, restableciendo el derecho fundamental de cada menor a crecer en un hogar que le brinde estabilidad, afecto y oportunidades.
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Una victoria del amor
A su vez, el Gobernador destacó la trascendencia de este acto, al señalar que la reintegración familiar de niñas, niños y adolescentes es una de las expresiones más sensibles del trabajo del Gobierno del Estado.
“Un niño que vuelve a casa es una victoria del amor, de la vida y de la esperanza”, apuntó y resaltó que el retorno de los menores a su núcleo familiar es motivo de profunda alegría para Yucatán.
Agregó que las familias que hoy reciben nuevamente a sus hijas e hijos asumen un acto de amor y responsabilidad, compromiso que el Gobierno del Estado acompañará de manera cercana, reiterando que “todo Yucatán será esa casa grande que ellos siempre han querido”.
Asimismo, agradeció al equipo del DIF Yucatán, al personal de Casa Otoch y a la Procuraduría de Protección por su labor dedicada, a la que calificó como “una misión de amor que transforma vidas”.
