
En Yucatán, la seguridad no es un eslogan, sino una estrategia que ha colocado a la entidad como la más segura del país en los últimos 18 años.
Este blindaje, construido con inversión, tecnología, profesionalización policial y participación ciudadana, se fortaleció en los últimos seis meses con la entrega de más de 540 unidades nuevas a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de las cuales 340 refuerzan a la corporación estatal y más de 200 se destinaron a los 106 municipios.
El comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, titular de la SSP, explicó que este esfuerzo forma parte del compromiso del Gobierno de Yucatán de mantener un entorno seguro tanto para sus habitantes como para los visitantes.
“Cada patrulla representa presencia, capacidad de respuesta y confianza para la gente”, expresó el mando policiaco, quien destacó que esta entrega ocurrió en apenas los primeros seis meses del gobierno de Joaquín Díaz Mena.
Cifras y confianza
La apuesta por la seguridad ha rendido frutos. Los indicadores de seguridad del primer trimestre de 2025 son contundentes: Yucatán registró 45.7 delitos por cada 100 mil habitantes, la tasa más baja del país, comparada con 373.9 a nivel nacional.
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En homicidios dolosos, la entidad ocupa la posición número uno en el ranking nacional: sólo 0.1 casos por cada 100 mil habitantes, entre enero y mayo de 2025. A nivel internacional, el Mexico Peace Index 2025 confirma la hegemonía de Yucatán como el estado más pacífico por octavo año consecutivo, con tasa de homicidios de 2.2 por cada 100 mil habitantes en 2024.
Estas cifras se acompañan de una ausencia notable de delitos graves: cero secuestros ni trata de personas, y una tasa mínima de violencia armada, con apenas 0.6 casos por cada 100 mil habitantes.
La confianza lleva varios años. En 2021, el 71.9% de los yucatecos mayores de 18 años consideraba su estado como seguro, ubicando a Yucatán en el primer lugar nacional en percepción de seguridad pública, según datos oficiales.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) colocó a la entidad con la menor tasa de incidencia delictiva del país.
“Estos números son resultado de trabajo constante, no de la casualidad”, afirma Saidén Ojeda, quien ha encabezado la corporación desde 2007. Su permanencia le ha permitido consolidar un modelo basado en capacitación continua, tecnología y coordinación interinstitucional.
Red de videovigilancia
El refuerzo no sólo se limita a la entrega de patrullas. La SSP ha apostado por tecnología de punta: el C5i, que controla la red de videovigilancia en los 106 municipios, coordina cada operativo y permite respuestas inmediatas ante emergencias. Este centro integra cámaras, arcos viales y herramientas digitales que se suman a un equipo humano en constante preparación.
La capacitación también ha sido fundamental. La policía yucateca mantiene convenios con corporaciones de Francia y Estados Unidos, lo que garantiza estándares internacionales en sus protocolos de operación.
“Blindar Yucatán ha requerido inversión, experiencia y compromiso de todos”, subraya el Comandante, al recordar que los recursos se destinan no sólo a equipamiento, sino también a dignificar la labor policial y garantizar la confianza ciudadana.
Hasta hace pocos años, en algunos municipios ni siquiera había patrullas suficientes para cuidar a la población. Hoy, con la entrega de unidades a los ayuntamientos, se fortalece la coordinación entre policías estatales y municipales. “No se trata de tener presencia en Mérida únicamente; la seguridad debe sentirse en cada comunidad, en la costa, en la sierra, en el campo”, enfatiza Saidén Ojeda.
Colaboración ciudadana
Más allá de la tecnología y la estrategia, la participación ciudadana es el corazón del blindaje. Vecinos, organizaciones empresariales, académicas y sociales trabajan con la SSP en programas de prevención y alertamiento.
“Los yucatecos avisan cuando ven algo sospechoso, llaman para advertir de situaciones irregulares. Esa colaboración es invaluable”, reconoce el comandante Saidén. Esta sinergia ha permitido operativos rápidos y efectivos, tanto para impedir ilícitos como para rescatar personas en riesgo, desde zonas rurales hasta la franja costera.
El reto es mantener estos indicadores en un contexto nacional complejo, donde los delitos de alto impacto y la delincuencia organizada presionan las fronteras. “No hay margen para confiarse. Vamos a seguir invirtiendo en más cámaras, más arcos viales y más unidades. La seguridad es dinámica, y Yucatán no se detendrá”, asegura.
La experiencia del mando policial —15 años al frente de la SSP— y la coordinación con la Fiscalía General del Estado, la Guardia Nacional, Ejército, Marina y FGR, se suman a la voluntad política y social para sostener el blindaje.
Finalmente, la SSP comunicó que se continuará invirtiendo en los próximos meses en temas de seguridad, sobre todo para que haya más arcos viales, más cámaras de vigilancia y aún más unidades.