Yucatán

Discriminación y racismo limitan a mujeres mayas yucatecas

Mujeres mayas enfrentan brecha salarial y discriminación que impiden el ejercicio pleno de sus derechos; pugnan por más políticas públicas dirigidas este sector
Cada vez se organizan más para hacer emprendimientos, en respuesta a la violencia económica
Cada vez se organizan más para hacer emprendimientos, en respuesta a la violencia económica / Por Esto!

Las mujeres mayas yucatecas siguen enfrentando brechas salariales, discriminación y racismo estructural que limitan su desarrollo y el ejercicio pleno de sus derechos, señaló Bertha Maribel Pech Polanco, integrante del comité en Yucatán para la protección y respeto de los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos.

“Todavía existe la idea de que las mujeres indígenas deben tener menos salario que otras personas. Es una realidad que se mantiene en muchos espacios laborales, y que se agrava cuando se trata de mujeres maya-hablantes o que se identifican con elementos culturales mayas”, señaló Pech Polanco.

La activista consideró indispensable que las universidades incorporen materias sobre perspectiva de género e interculturalidad, con el fin de formar nuevas generaciones más conscientes, capaces de denunciar violencias y desigualdades. “Es importante que los jóvenes reflexionen, que pierdan el miedo y que se animen a denunciar. Sólo así podremos avanzar hacia una sociedad con las mismas oportunidades y salarios para todos”, expresó.

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Pech Polanco advirtió que las desigualdades de género no pueden analizarse de manera aislada, ya que están atravesadas por el racismo estructural presente en espacios educativos, instituciones públicas y en la vida cotidiana.

Una gran diversidad “No podemos pensar que todas las mujeres de Yucatán viven las mismas realidades sólo por compartir un mismo territorio. Hay una gran diversidad: desde mujeres mayas profesionistas en cargos públicos hasta compañeras que trabajan y hacen activismo desde sus comunidades. Por eso urge aplicar un enfoque de interseccionalidad en las políticas públicas”, explicó.

Otro tema central es la salud física y mental, donde Pech Polanco alertó de la falta de acceso a servicios médicos de calidad y atención oportuna en comunidades indígenas. “Yucatán ocupa los primeros lugares en suicidios y muchas veces no existen espacios accesibles ni asequibles para atender la salud mental. Los hospitales están rebasados y la atención privada es demasiado cara para muchas familias”, señaló.

También subrayó la urgencia de diseñar campañas de prevención en salud sexual y reproductiva que estén adaptadas cultural y lingüísticamente, con mensajes claros y respetuosos en lengua maya, y no sólo “programas improvisados que no llegan a las comunidades”.

Un aspecto positivo, destacó, es que cada vez más mujeres mayas están organizando emprendimientos colectivos como respuesta a la violencia económica. “Antes era común que alguien bordara o tejiera de manera individual; hoy muchas compañeras están formando grupos y colectivas para fortalecer sus proyectos. Eso les da voz, les da fuerza y, sobre todo, les permite posicionarse en mejores condiciones en el mercado”, explicó.

Para Pech Polanco es fundamental que las políticas públicas dejen de ser paliativas y se enfoquen en empoderar capacidades, reconociendo a las indígenas como sujetas de derecho. En vísperas del Día de la Mujer Indígena, el 5 de septiembre, la activista recordó que la conmemoración debe servir no solo para visibilizar las desigualdades, sino también para reconocer la diversidad y el aporte de las mujeres mayas y afromexicanas en Yucatán y en México.